Viernes de reflexión. [O sea, va para largo... Jajaa!]

Los viernes son días en que todo cambia de color... ¿¿¿Será que sabemos que mañana es sábado???

Los sábados son los días en que no tan Retoño no va a la escuela, mi little sister no trabaja y yo ¡puedo dormiiirrrr! Para mí, tooodos los días levantándome a las 7 am, ¡no es vida che!

He contado que mientras estuve internada en el Fernández, me dormí todo... Ya sea por causa de los calmantes, los anti depresivos, la depresión misma, la soledad de estar sin mi retoñito - de ese entonces de 3 añitos - , los dolores, y la angustia de pensar que catzo's iba a ser de mi vida después de salir de ahí.

Después de haber sobrevivido a tremendo accidente, las posibilidades eran nulas de vivir una vida casi normal, las secuelas eran tan terribles, que de sólo saber como iba a quedar, el panorama que me esperaba era más que negro...

Las semanas se transformaban en meses, y los meses en años y pensar en cómo hacer con esta nueva vida era una situación muy estresante...

Solo las visitas de mi retoñito me hacían dar cuenta de que la vida continuaba y que él necesitaba a "la mami" para que lo termine de criar. No importaba cómo - físicamente - , si no que necesitaba una mami que tuviera la mente dispuesta a procesar todo lo que se refería a la adaptación.

Y aclaro: en mi 1º año de internación, Damián sólo me pudo visitar 3 veces:

• 1º vez: mientras estuve en Terapia Intensiva por casi 3 meses y a la semana de haber llegado a verme, salí de Terapia y me mandaron al 3º piso Traumatología.

• 2º vez: para mi cumpleaños en Julio. Me curé las terribles infecciones y me operaron la pelvis

• 3º vez: para Noviembre, y sólo por 3 (tres) días. Sobreviví la Navidad y el Año Nuevo (recuerden que me accidenté el 31 de Diciembre del '98), y  me senté (según los médicos, nunca me iba a sentar, ¡JAMÁS!)

Ya he contado lo de mis psicólogas (por acá, por acá y por acuyá) Luz y Patricia, que me ayudaron a elaborar el tema de que seguía siendo la misma Ivana Carina, sólo que en silla de ruedas. La visión era lo que había cambiado. Tenía que mirar para arriba y hacia adelante, porque la meta estaba ADELANTE: Mi retoñito Damián.

Mientras estaba internada, el día viernes era el último día en que había "vida" en el hospital. Los sábados y domingos eran unos días de miércoles! ¡aajajajaa! Sólo por las enfermeras la estadía se hacía más "placentera". Había que pasar el sábado y domingo que era un tiempo "muerto", para volver a vivir a partir del lunes....

¡Yo odiaba los fines de semana en el Fernández! Pero aprendía mucho....

Aprendía a pasar las horas pensando en que faltaba cada vez menos para el lunes. Escribía en mi diario muchas hojas porque nadie me interrumpía para sacarme sangre, llevarme a hacer radiografías, venir a preguntarme cómo hacía para estar viva y aguantar estar internada en el hospital a 1500 km de casa sin mi retoño...

Y mas que nada, el fin de semana me servía para darme cuenta que podía sobrevivir a pesar de la soledad de no estar rodeadas de médicos, enfermeras, residentes y pacientes que se quejaban de todo y de todos... Y lo más gracioso era que TODOS esos pacientes que se quejaban en la semana, tenían cerca a sus familias, sus amigos, conocidos y sabían que en un par de semanas se iban a su casa. Yo tuve que esperar:

• 56 semanas para irme a mi casa la 1º vez (Enero 1999 - Febrero 2000)

• 22 semanas la 2º (Julio - 2 semanas con Retoñito y little sister, y después sola hasta Noviembre de 2000)

• 44 semanas la última vez (Febrero a Diciembre de 2002. Estuve sola mi alma) que pasé internada en el Fernández.

La primera vez me costó ver el vaso medio lleno. ¿¿Vaso medio lleno por estar internada en un hospital a 1500 km de mi casa?? Si, aprendí por tristes experiencias que era la UNICA manera de sobrevivir:

Ver el lado amable a las cosas, ver el vaso MEDIO LLENO.

Mis psicólogas ayudaron bastante y mi little sister también. Aunque su método - el de my little sister - no era muy profesional que digamos, ¡pero era muy efectivo! ¡aajajajaa!

Estar internada tuvo sus ventajas, aprendí a conocer mi cuerpo y a demostrarles a los médicos que no era "un cacho de carne", que lo que yo decía era tan valedero como sus opiniones: era mi cuerpo y yo, ¡era la dueña! Aprendí a confiar en sus métodos medicinales, pero también afiancé mi Fe. Dos cosas que van de la mano, se los puedo asegurar: Yo soy la prueba viviente.

En resumidas cuentas, ¡el vaso siempre estaba medio lleno!

Por ahí se me ladeaba y se me caía un poco del contenido, ¡pero llegaba mi retoñito y me lo desbordaba!

Mi vaso medio lleno era saber que estar en el hospital me iba a ayudar a VIVIR.

No fue fácil, nada es fácil, gente...

¡Pero aprendí que si uno quiere, puede! ¡Aaajajajaa!

Yo QUISE VIVIR y pude vivir, aunque quedara en una silla de ruedas, seguía siendo la misma Ivana Carina.

Una Ivana Carina llena de cicatrices, dolores físicos, una que otra angustia de pensar en que hacer con no tan retoño que crece tan rápido y que ya no es mi bebé de 3 años que me decía que su corazón estaba enamorado de mí...

La misma Ivana Carina en cuanto a:

Carácter: sigo teniendo el carácter fuerte que me caracteriza. Si, tengo un carácter podrido y qué!?!?!?!! ¡aajajjaa! Me sirvió bastante mientras estuve internada, se los puedo asegurar...

Sentido del humor: me río de mí misma, de los demás cuando se ríen de mi (no conmigo) y todo me "resfala" (resbala) Por ahí me subo a la moto, pero me bajo en seguida... ¡Jeje!

Paciente, bueno, ¡no tanto! ¡Jajajaa! Nunca fui paciente del todo, pero trato gente...

Segura de mí misma: ¡Ni importa lo que piensen de mí!, no me importaba antes, ¡menos me importa ahora! ¡Aaajajajaa!

Jetona: mal arreada/rebelde/contestadora...

Bueno, la verdad que sigo siendo la misma Ivana Carina, ¡pero más estropeada no más! ¡Aaajajajaa!

Así que gente, a ponerse contentos, que la vida es haaarrmmoossaaa, que hoy es Viernes y tenemos un fin de semana para cargar las pilas para empezar la semana que viene, en la cual termina Septiembre (el martes) y empieza Octubre (el miércoles).

Ya falta menos para que se vaya este año... ¡¡¡Bieeennn!!!

Buen Viernes y sean felices, al menos ¡yo lo soy!

[Y eso que en 35 días se me va mi no tan Retoño a la cordillera, a 603 km de Trelew. ¡¡¡Nnnoooooo!!!!! Kaariiiinaaaaaa!!! ¡ajajajajaa! Ok,  lo de Kaariiiinaaaaaa..., solo lo van a entender los argento's... Sorry! ¡Jeje!]

[Ah! Y me reúno con las de la cooperadora! Negri, Lore e Isa, ¡pero estas son mis amigas! ¡jajajaaa! ¿Llevo la wheelchair todo terreno? Naaaa... ¡jajajaa!]