Ayer mi abandonado blog 
cumplió 9 años. ¿9 años ya? Wow! 
Empezó llamándose “Wheelchair Rules!”. La silla de ruedas ¡capa! (Capa es lunfardo de genial ) O la silla de ruedas cool, ponele. O simplemente la silla de ruedas manda. 
Al principio fue como un diario lleno de crónicas de mi “nueva vida en wheelchair/silla de ruedas” que empecé después de casi 9 años de haber tenido el accidente que me dejó en silla de ruedas. Eso fue un 31 de diciembre de 1998.
“Wheelchair Rules!” nació el 15 de septiembre de 2007, el mismo día que mi mamá cumple años. Bueno, cumpliría… Ella falleció en el accidente.
Les cuento que como buena “escoba nueva” , posteaba a diario y contaba de todo un poco, pero sobre todo contaba lo que hacía o pensaba, y lo que me costaba estar en silla de ruedas en una sociedad para nada accesible.
Con los años la inganitud fue tomando fuerzas y como que empecé a menguar en la periodicidad de publicación de posts, pero siempre traté de mantener “vivo” mi “hijito”. Menos mal que mi verdadero hijo, el retoñor, el viento bajo mis alas, sigue vivito y coleando, porque a ese hijito sí que lo cuidé, y lo cuido, ajajaja.
Aclaro: la inganitud proviene de una palabra que inventé. La palabra es ingánica. Que no es tener fiaca, simplemente es no tener ganas – gánicas - de hacer nada, ergo: ingánica… ¡Aajajaja!
Una vez leí que los blogs estaban muriendo, pero en realidad, a los blogueros les agarra la inganitud y dejan de tener ganas de escribir en sus blogs, eso es lo que pasa… Yo sé lo que les digo, ¡jajaja!
Bueno, sigo, con lo de mi blog aniversario. 
Cuando estaba por cumplir 7 años, en vez de agarrarme la comezón del séptimo año (que dicen que es cuando se separan los matrimonios o se dejan de hacer ciertas cosas, dicen…. 
Así fue que al comprar un dominio propio, sacamos el “blogspot” y el “wheelchairrules” y la URL cambió a elblogdelaivy.com con y sin WWW, creo, ¡ajajaja! Ah! Y de paso cambiamos el nombre pasando a denominarse: “La Ivys on wheels!”
Debo confesar que extraño escribir en el blog, aunque no lo parezca, ¡ajajaja!
Escribiendo tuve el placer de conocer “virtualmente” a muchas personas que venían a comentar en los posts y con las cuales, a lo largo del tiempo, fui creando lazos de amistad que traspasaron el blog y la pantalla de la computadora muchas veces. Aunque a la mayoría no los conozco personalmente, puedo decir que el cariño que nos tenemos es como si nos conociéramos las caripelas en vivo y en directo, ¡aajajaja! No los voy a nombrar a todos porque los años no vienen solos y seguramente de alguno me olvidaría, pero sé que unos que yo sé al leerme sabrán que estoy hablando de ellos. 
La verdad que no puedo creer que pasaron 9 años ya… E iremos por 9 más, ya que estamos, ¡ajajajaa!
Es por eso que:
Gracias a los que me acompañan desde el principio.
Gracias a los que me leen de vez en cuando.
Gracias a los que entran de casualidad y se quedan.
Gracias a los que al leerme me escriben mails diciéndome cosas muy lindas, cosas que no me merezco.
Gracias a don Blogger que me dejó empezar el blog y que ahora me lo hospeda no más, aunque me saqué su apellido, el Blogspot, de la URL, ¡aaajajaja!
Como dice el encabezado del blog, este es un…
“Blog personal, cálido, ameno (a meno que no le guste, je!) y muy divertido. Acá comparto mi "nueva vida" junto a mi retoño Damián, el viento bajo mis alas, y cuento como sobrellevar con humor y paciencia las vicisitudes de la vida en wheelchair-silla de ruedas después de sufrir un accidente. La vida te puede cambiar en un vuelco, literalmente. Tal vez sirva de algo contarlo y hasta pueda ayudar a alguien a ver que las cosas no son tan terribles como parecen.”
Y yo afirmo que la vida te puede cambiar en un “vuelco”, literalmente, pero que, en mi caso, el contar las consecuencias de ese “vuelco”, las vicisitudes que paso al estar en una silla de ruedas; el ver el lado amable (si, el lado amable ) de la situación, me ha ayudado a mí y estoy convencida de que hasta he ayudado (o quizás pueda ayudar) a ver que las cosas no son tan terribles como parecen aunque algunos piensen que terminar en una silla de ruedas es lo peor que les pueda pasar. Sepan que al principio cuesta, al principio la wheelchair rules, la silla de ruedas manda, pero con el tiempo uno “se amiga” y empieza a sentirse en unidad perfecta y, aunque al principio cueste, al final puede ser lo mejor que nos haya pasado, ¡en serio! Todo depende de la actitud.
Gracias a todos los que me “empujaron” y a los que me empujan virtualmente leyéndome aunque los tenga medio abandonados… ¡Jajajaja!
¡Feliz Blog Aniversario
para
“La Ivys on wheels!”!
Crédito de la imagen: Google.
