1 de mayo de 2015

Festejando mi primer Día Del Trabajador.

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Dicen que no hay mal que dure cien años (ni sonso que lo aguante agregaba mi Abuelo Burla).

No sé cien años, pero que a veces duran unos cuántos (15 en mi caso) se los puedo asegurar.

Ok. Vamos con un poco de historia… Desternillado de risa

Hasta unos 7 meses antes del sufrir el accidente (diciembre del ‘98) trabajé como docente en la Escuela Nº 702 (Politécnica) de Rawson. Fui una de las primeras MEP (Maestro de Enseñanza Práctica) que trabajó dando clases en el Taller de Electricidad en el viejo y querido Ciclo Básico Técnico. También fui profesora de Horas Cátedras de Matemática y Dibujo Técnico.

En el año ‘98 la vida era bella Sonrisa, tenía un hijo de 2 años (mi Retoñor), trabajaba, era casi un ser humano. (?) (Jajaja.Burla)

Pero por cosas de la vida en mayo del ‘98 renuncié a la escuela, me dediqué a mi hijo y a mí Guiño, aunque a largo plazo tenía pensado irme a trabajar a otro lado.

La cuestión es que a fin de ese año, un 31 de diciembre más precisamente, mi vida cambiaría “en un vuelco”, literalmente.

Viajando hacia Bariloche el auto donde iba con mi mamá se dio vuelta en la ruta. Mi mamá falleció y yo, después de 21 cirugías y casi 3 años de estar internada en el Hospital Fernández de Buenos Aires (a 1.500 km de mi casa) quedé en silla de ruedas… viva, lo más importante, pero en silla de ruedas (un pequeño detalle. Guiño)

Conozco a varios que por un accidente (o cualquier contratiempo) se resignan y se dejan estar.

En mi caso fue todo lo contrario. Gracias a mis ganas de cuidar a mi Retoñor, el viento bajo mis alas, y gracias a mi familia que me ayudó, seguí adelante con mi nueva vida en silla de ruedas. Sonrisa 

Luego de años de adaptación (no es fácil caminar por 29 años y de repente despertarte en una cama de hospital y que te digan que no vas a caminar más) logré un poco de independencia. Si, un poco, porque por las secuelas del accidente tengo “algunos” inconvenientes que no me permiten una independencia TOTAL pero me las ingenio Guiño.

Mi mamá siempre decía que “más vale maña que fuerza” y que “la necesidad tiene cara de hereje”, así que cuando empecé a ser un poco más independiente empecé a buscar trabajo.

Mi razonamiento era éste: soy la misma Ivana Carina, Técnica Electromecánica, docente, inteligente (Burla y si, mi autoestima por las nubes siempre, ¡jajaja! Risa), capaz, con ganas de trabajar, con el “pequeño detalle” de estar en silla de ruedas pero que, al fin y al cabo, era la misma persona que no caminaba como los “normales” pero gracias a Dios y a la medicina moderna Guiño las manos y la cabeza me funcionaban a la perfección.

Lamentablemente los únicos que razonaban de esa manera éramos mi familia y yo. Molesto

Estuve AÑOS mandando notas pidiendo trabajo. Una vez me contestaron y uno de la Municipalidad de Trelew me entrevistó, me tomó los datos y me dijo que después me iba a llamar. NUNCA lo hizo.

Les cuento que para ir a la entrevista hice que mi hermano pidiera permiso en su trabajo; el lugar donde me citaron era INACCESIBLE con escalones en la entrada y un pasillo angostísimo. Como broche de oro la oficina estaba ubicada en una calle empinada, tan empinada que si no me agarraba mi hermano mi silla de ruedas empezaba a rodar cuesta abajo y terminaba estampillada  en la glorieta de la Plaza Independencia. Los de Trelew se van a ubicar enseguida. Y no hay problema, matensé de la risa, porque es graciosa la imagen de ver una silla de ruedas bajando con una arriba a los gritos pelados de “agarrenmeNnn, parenmeNnnn”, ajajaja! Risa

La verdad que me cansé de andar “mendigando” algo que por derecho me lo tenían que dar: un trabajo. (Ley Nº Ley 25.689. Modificación de la Ley N° 22.431, en relación con el porcentaje de ocupación de personas con discapacidad por parte del Estado Nacional, sus organismos descentralizados o autárquicos, los entes públicos no estatales, las empresas del Estado y las empresas privadas concesionarias de servicios públicos.)

Siempre sostuve que yo no quería ser una “carga” para el estado y vivir de una pensión por discapacidad porque, dentro de mis “limitaciones”, yo quería y podía trabajar para ganarme el sustento para mí y mi hijo.

Los años pasaron y sinceramente ya me había “resignado” y aceptado que en este país no sólo te discriminaban cuando querías salir a la calle en silla de ruedas a dar una vuelta a la manzana, sino que también te discriminaban, te marginaban y no te dejaban demostrar que a pesar de todo uno podía TRABAJAR.

Pero como bien decía mi abuelo que no hay mal que dure cien años ni sonsa que lo aguante Sonrisa, un  día sin esperarlo realmente ocurrió un milagro.

Y si, a esta altura de la vida yo creo en los milagros porque yo soy uno viviente al desafiar a la muerte y a las estadísticas que dicen que los que sufren un accidente como el que yo tuve, con las graves heridas y las consecuencias que acarrean esas heridas, duran un mes y se mueren. Lo que las estadísticas y la muerte Burla no sabían es que yo no iba a darles el gusto de morirme. Guiño

Aunque ya no mandaba notas como antes siempre que podía comentaba que quería trabajar y que estaba buscando trabajo.

Siendo la presidenta de la Cooperadora Escolar de la escuela primaria a la que asistió mi hijo (por acá la historia Guiño) tuve, junto con la directora de la escuela, la oportunidad de mencionar a una de las secretarias del gobernador del Chubut, Martín Buzzi, que estaba buscando trabajo y una silla de ruedas eléctrica. (Y si, ya que estábamos… Total yo estaba acostumbrada al NO. Guiño)

Eso fue a principios de octubre del año 2014.

En noviembre del 2014 estaba trabajando y tenía mi silla de ruedas eléctrica.

Así de rápido. Sin demoras, sin falsas promesas, sin tanta hipocresía.

Después de 15 años de haber sufrido el accidente que hizo que mi vida cambiara en un vuelco, el gobernador Martín Buzzi, uno de los varios que contacté a lo largo de los años, me escuchó, me dio trabajo y hoy, gracias a él y al Gobierno del Chubut, este 1º de mayo de 2015 estoy festejando mi primer Día Del Trabajador.

Gracias a Dios (que aprieta pero no ahorca Risa) porque siempre me bendijo, siempre,  y nobleza obliga, gracias al Gobernador del Chubut por darme la oportunidad de tener un trabajo y de poder sentirme incluida y parte de esta sociedad.

También quiero darles las gracias a la Directora (de licencia por ahora Guiño ) de la Escuela Nº 151 de Trelew, la Seño Elisabet De Pedro, Lis para los amigos Risa, porque gracias a su perseverancia, su buena disposición, su gran corazón y a que SIEMPRE me demostró (y demuestra) la tan importante y necesaria empatía, fue también una de las responsables de que yo lograra conseguir la silla de ruedas eléctrica y el trabajo. Todavía quedan personas maravillosas en este mundo. Risa

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THUMBS~25

 

 

 

Ok, van dos fotos que prueban que hago que trabajo, ¡ajajaja! Burla

 

mesa trabajo

Esta es de cuando estaba trabajando sola como loca mala en las vacaciones. Burla Recuerden que recién empezaba a laburar y no tenía vacaciones. Risa

Y la que viene a continuación es cuando descansaba de tanto trabajar. (?) Burla

 

workiing

 

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¡¡Feliz Día del Trabajador!!

 

 

Las últimas dos imágenes son mías y las otras son de las que andan circulando en la red. Sonrisa

La Ivys on wheels!, Actualizado en: 16:57
 

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