Un día a la vez...

Ya que esta semanas tuvimos nuestra 1º Reunión de B.A. Blogger's Adictos, vamos a pedirle prestado un texto a nuestros amigos, los A.A. Alcohólicos Anónimos, y ver si podemos aplicar a nosotros mismos lo que está a continuación.

Ni ayer ni mañana.

En cada semana existen dos días por los cuales no tendríamos que preocuparnos jamás. Dos días que tendrían que estar exentos de temores y pesares.

Uno de ellos es AYER, con sus errores e inquietudes, sus yerros, sus males y sus penas. AYER se escapó de nuestras manos y ya se ha ido para siempre. Con todo el oro del mundo sería imposible revivir el día de ayer. No podemos borrar uno solo de nuestros actos, ni quitar una sola de las palabras que hemos pronunciado.

AYER no está ni estará más.

El otro día por el cual no tendríamos que preocuparnos es MAÑANA, con sus posibles adversidades, sus lindas promesas y la inquietud de sus realizaciones. MAÑANA está también fuera de nuestro alcance. MAÑANA el sol se levantará inexorablemente con todo su esplendor o con una pantalla de nubes, pero hasta ese instante no tenemos poder sobre MAÑANA, porque aún está por llegar.

Nos queda un solo día: HOY.

Todas las personas pueden librar un combate en un solo día. Y ganarlo. Solamente cuando agregamos el peso de esas eternidades terribles que son AYER y MAÑANA es que estamos vencidos.

No son las pruebas del día que enloquecen al hombre, es el remordimiento o el rencor que nos ha dejado AYER y el temor de lo que nos puede traer MAÑANA.

Vivamos, pues, un día a la vez.

De A.A. Alcohólicos Anónimos.

Ok. Dejando las bromas de lado - por un ratito no más -, esta es como una: ¿plegaria? ¿oración?, una guía tal vez.

La verdad que la 1º vez que la leí tendría unos 18 años más o menos, son esas cosas que a uno le regalan los amigos en esos posters que antes venían para pegar en la pared, ¿se acuerdan? Y si, hace mucho, che...., recuerden que el año que viene me van a tener que cantar ♪ señora de las cuatro décadas, y pisadas de fuego al andar....♪ (me encanta Ricardo Arjona, si quieren por acá lo ven)

Ya conté que tengo un cuadernos con índice, esos con espiral, de tapas amarillentas con las letras del abecedario en mayúscula de color rojo, como labradas, dónde escribí frases que encontraba en los tacos de calendarios de escritorio, en cuanto poster me regalaban o que leía por ahí. Es el cuaderno que me ayuda a salvar discursos, donde saco algo ingenioso y lo mando por mail e inclusive para inspirarme cuando escribo las entradas... Casi como la Biblia..., aajajajja!

Mi filosofía de vida se basa en parte, en seguir los consejos de este texto.

Ni AYER ni MAÑANA. HOY. Un día a la vez.

Lo único que tal vez me haga desviarme de una parte de esa filosofía, es mi no tan retoño.

El mañana de él es el que me preocupa.

¡Pero! Lo que hago es planear lo que podría hacer, lo que podría suceder y actuar en consecuencia.

Con el accidente aprendí que nada sale como uno quiere. Un día pensando en que vamos a recibir el Año Nuevo y al otro, internada en una Terapia Intensiva luchando por respirar y vivir.

Lo bueno es que viví. Por mi no tan retoño, para mi no tan retoño y para mí misma.

El AYER solo me sirve para aprender lo que NO TENGO que hacer, y el MAÑANA? No lo sé, porque todavía no llegó.

Solo importa el HOY. HOY es cuando voy a edificar mi MAÑANA.

Lo que haga HOY será lo que dictamine si MAÑANA puedo seguir adelante.

Solo me resta terminar el día de hoy de la mejor manera posible, planeando lo que podría hacer mañana, pero no preocupándome por lo que va a pasar mañana.

Ok! Ya sé, hay que planear el futuro, hay que fijarse metas a futuro, pero a lo que yo voy es a recalcar esto: Dos días que tendrían que estar exentos de temores y pesares.

Lo que pasó AYER, ya está.

Lo que nos depara MAÑANA, no lo sabemos, y por ello no deberíamos preocuparnos.

Lo único que podría, tal vez, hacerme pensar en el MAÑANA, es que voy a enfrentarlo de la mejor manera posible, con la mente dispuesta a realizar lo que me propuse, pero a no angustiarnos por lo que puede o no pasar mañana, ¿se entiende?

Hay que vivir un día a la vez.