4 de octubre de 2007
Plantar un árbol, tener un hijo, escribir un libro...
Cómo ya saben, me gustan los dichos, las frases y todo aquello que deje un mensaje o una enseñanza, o simplemente que suene bonito.
La Ivys on wheels!, Actualizado en: 22:17
Plantar un árbol, tener un hijo, escribir un libro... No se si es el orden correcto, al menos una de las consignas está cumplida. :)
Escribir un libro..., tal vez esta sea una manera.
Plantar un árbol... ¿Cuenta ayudar? jejejejeee...., al menos ayudé varias veces a plantar arbolitos en los jardines de mi casa. He sido una hormiguita viajera - por lo de los "jardines", ¡me he mudado bastante! -, ¡bah!, mi padre tiene alma de nómade..., menos mal que la desértica patagonia lo calmó!... Jeje!. Yo ya heché raíces, mi hijo es bien patagónico!, y aunque no nací aquí, pienso terminar mis días en mi Patagonia rebelde. Tranquilos...., queda bastante hilo en este carretel...
Creo que esta frase tiene que hacernos pensar en qué cosas hacemos en nuestra vida para dejar una huella. Todos estamos en esta tierra con un propósito. Solo necesitamos averiguarlo...
Siiii, ya sé..., suena filosófico o como quieran llamarlo, pero las situaciones extremas hacen que reflexionemos qué estamos haciendo con nuestras vidas, y creo que no es necesario pasar por algo traumático para descubrir porqué estamos acá.
Yo descubrí, por ahora, un motivo por el cual estoy aquí en vez de haber partido al otro lado :)
"....tener un hijo..." Damián es la razón principal por la cual luché contra viento y marea, bah!, contra huesos rotos, infecciones, doctores mala onda y estadísticas nefastas. Mi hijo.
Mi hijo me tiene a mí. Por razones que no vienen al caso, somos Damián y Yo. Ok., está mi papá, mi hermana y hermanos con sus respectivas familias, pero Damián es mío! y de nadie más. Sip!, soy re-egoísta!!! Es mío, mío, mío... jijijiiiii...
Cada vez que el dolor era insoportable, pensaba en Damián.
Cada vez que me decían que no iba a quedar bien, pensaba en Damián.
Cuando las fuerzas me abandonaban y sólo quería dejar de sufrir, pensaba en Damián.
Tenía que vivir por mí, pero Damián era un bebé que tenía que tener a su mamá como fuera, en la cama, en silla de ruedas, en bastones, como fuera, pero debía estar con él.
Han pasado 9 años, el bebé ya no es más un bebé :), está más alto que la mamá - Ok., estoy sentada, pero si me paro, me pasa!!! - Cuando era chiquito me preguntaba cuando iba a sentarme en la silla para llevarlo a upa a pasear. A medida que fue creciendo, la pregunta cambió, ahora es: "Mami, ¿cuándo te vas a parar, me querés decir?"....
Paciencia mi niño...., todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora... No es mía la frase... está en un libro famosísimo:)
Tengo que seguir adelante por Damián y por mí. Algún día no muy lejano, me pararé y andaré, de eso, ¡no tengo dudas! Solo que estas cosas llevan su tiempo, así que tendré tiempo para escribir un libro y plantar un árbol, ¿no creen?
Etiquetas
retoño
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Hola. Casua-casualidades de la vida, en mi recién estrenado blog en el que no para de escribir, hice referencia a los que decís en tu blog. Que bueno que tu "motorcito" Damián te de fuerzas. Y seguramente, haber ayudado a plantar un árbol también. Lo seguro es que, escribiendo aquí, ya estamos hechas...porque son libros virtuales. Un saludo desde Madrid.
ResponderEliminarY sembrar mi niña, siempre sembrar.
ResponderEliminarSembrar tambien en los hijos, para que el dia que se lancen a volar solos, tengan provision de fuerzas adquiridas a traves de los años.