Cicatrices que ayudan...

Ayer me puse a revisar el Reader y encontré un post en lo de mi Abuela Cyber que me ayudó a escribir esta entrada. ¡Gracias Abue! ¡Te adoro!

La Abue fue mi primer amiga virtual que se transformó en real cuando la vi por la webcam una tarde que nos conectamos por el MSN. Si Abue, todavía no me compro una webcam, pero espero hacerlo prontito... Jeje!

Ok. El título del post era: "Si te pones..." y en la entrada había compartido esto:

Si te pones a coleccionar
heridas eternamente sangrantes,
vivirás como un pájaro herido
incapaz de volver a volar

(Fuente: web)

Y mencionaba que a veces hay personas que viven recordando lo feo del pasado y no pueden disfrutar el presente..., y termina diciendo:

"Pero... también existen personas que fueron dañadas físicamente por la vida y... con un espíritu digno de elogio van derramando ternura en su entorno.
Abu."

¡Y ahí me sentí identificada! Jeje. Y aproveché para escribir este post. 

Las heridas que sufrimos en esta vida pueden presentarse de dos maneras: las que tenemos a la vista y las reconocemos por las cicatrices; y otras heridas que están "invisibles" y solo nosotros sabemos cuales son las cicatrices que las representan, si es que cicatrizaron...

Las "invisibles" son fáciles de ocultar, el tema son las que se ven...

Esa es mi pierna izquierda, la que no se dobla. Tantas infecciones que tuve en los huesos no permitieron que siguieran operándola para "arreglarla" y que quedara un poco mejor... La pierna derecha tiene una cicatriz en la rodilla y en la pantorrilla. Hay varias más en las caderas y en el área de la pelvis, ¡así que de biquini ni hablar! ¡Jaja! Tengo cicatrices en mi cuello y en mi espalda; en mi brazo derecho tengo una cicatriz que quedó de la quemadura del pavimento y pequeñas cicatrices en ambos brazos de las vías endovenosas y pinchazos de todo tipo y color... Después de 20 cirugías, ¡las agujas son mis amigas! ¡Ajajajaja!

Hace un tiempo contaba esto:

"....

Creo que ya lo conté antes, y es que en mi familia algunas mujeres tenemos las mejores piernas que puedan imaginar... Jejeje  ¿Humilde yo? Obvio!

Pero!, ahora las mías parecen un mapa de hidrografía y cadenas montañosas vista por el Google Maps desde el satélite espía ese que hicieron pedacitos.... jajajaja!!!

Menos mal que uso pantalones, por el viento patagónico (links, vayan y lean, gente! Jaja!) y mis cicatrices! ji, ji,ji,jii!!

Y para una leonina no hay nada peor que no ser perfecta! Y mis piernas dejaron de serlo....

...."

En otra etapa de mi vida, creo que el hecho de no ser "perfecta" hubiera sido un motivo de depresión y angustia.

Pero por suerte he aprendido que no todo pasa por lo que se ve, sino por lo que se siente...

Mucho tiene que ver la actitud que tomemos ante los problemas y más que nada, la determinación de saber que hacer de ahí en adelante.

Ghandi decía:

"Una persona usualmente se convierte en aquello que él cree que es.  Si yo sigo diciéndome a mi mismo que no puedo hacer algo, es posible que yo termine siendo incapaz de hacerlo.  Por el contrario si yo tengo la creencia que sí puedo hacerlo, con seguridad yo adquiriré la capacidad de realizarlo aunque no la haya tenido al principio."

¿Interesante no?

Siempre digo que todo depende de uno mismo. Los demás pueden ayudarnos y apoyarnos, pero solo depende de nosotros salir airosos de las pruebas o experiencias que nos tocan vivir.

A veces las cicatrices se ven y nos hacen acordar lo que nos pasó, pero esas que son "invisibles" son las más difíciles de sobrellevar porque al no verlas, por ahí creemos que ya no están, pero no, siguen ahí...

El tema es saber lidiar con esas cicatrices invisibles y tratar de que no nos afecten... No es fácil, pero tampoco es imposible.

Ustedes dirán: "Pero bueno, las cicatrices visibles con una cirugía estética se borran..."

No es tan fácil, así como no es tan fácil ocultar las cicatrices invisibles.

Por mi parte, yo he aprendido a lidiar con las cicatrices visibles y con las invisibles.

Las visibles, al menos las de mis piernas, con un buen par de pantalones, ¡listo!

Las invisibles las sobrellevo mirando a mi Retoñor y acordándome que él es el motivo principal por el cual decidí seguir viviendo a pesar de todo.

La clave es tener algo a que aferrarnos. Algo por lo cual valga la pena seguir luchando... Algo que nos haga olvidar esas cicatrices o al menos que no les prestemos tanta atención...

Y si, están ahí las cicatrices, yo las veo y las siento, pero también veo y siento muchas otras cosas que me ayudan a sobrellevar "mi nueva vida".

He visto personas sumirse en una depresión total por cosas que no tienen solución, y dejarse avasallar por las cosas que no pueden cambiar...

Muchas veces he pensado que daría lo que fuera para volver el tiempo atrás y no haber viajado ese diciembre del '98... Pero cuando veo todo lo que he "ganado" gracias al accidente, puedo decir que estoy orgullosa de mis cicatrices, y sobre todo que me ayudan a ser cada día mejor, por mí y por mi no tan Retoño Damián, el viento bajo mis alas... 

 

¡¡Buen jueves, gente!!