Y volví, como volvió el equinoccio de primavera. [? Ajaja!]

 

¡Acá estoy!   I’m back!

 

Y hoy también volvió el equinoccio de septiembre, más conocido como…

 

¡LA PRIMAVERA!

 

¡Aja jajaja!  

Aunque yo AMO el invierno a pesar de que a veces me muero de frío (¡pero ni importa!), la primavera es una de mis estaciones preferidas. Alerrgia mediante, estornudos y congestiones, me encanta que el sol caliente un poquito más, que los árboles empiecen a brotarse de hojitas verdes y algunos con florcitas (como los frutales), que los días se alarguen y que los ánimos anden todos alborotados… ¡ajaja! 

 

 

Y así como un día volvió la primavera, yo también volví, luego de una pesadilla “colonial” (Cuack! Ajaja! Por acá entenderán el chiste…)

Para los que entran por primera vez, les cuento que debido a ciertas secuelas que me quedaron del accidente que sufrí el 31 diciembre del ‘98, tuve que hacerme un estudio para evaluar ciertas partes afectadas por la fractura expuesta de pelvis (entre otras cosas), así que me internaron el miércoles por la tarde y jueves a la mañana supuestamente me hacían el estudio. Pero hubo algunas complicaciones y lo dejaron para el viernes. El problema fue que se “olvidaron” de anestesiarme (habrán creído que como cierta parte de mi organismo no lo “uso”, estaba medio muerto…) y resultó UNA PESADILLA a lo Freddy Krugger y sus manos con cuchillas mientras realizaban el estudio; y como mis gritos se escucharon a 100 km a la redonda, desistieron a la mitad del estudio y me dijeron que lo dejábamos para el lunes, donde ahí si, los muy infelices me iban a anestesiar y poner antiespasmódicos para poder realizar el estudio donde conocerían mi “interior” (y me acuerdo de la canción – que nada que ver - de Les Luthiers “Conozca el interior”, jajá!)

Me tuve que quedar todo el finde internada en el hospital para “guardar la cama”, porque me querían dar el alta el mismo viernes, pero decidí que no, que mejor me quedaba y terminaba con la pesadilla de una buena vez por todas…

Mandé a pedir mi laptop (y si, no la había llevado por dos razones: una, que es el hospital público y la seguridad es nula – encima me contaron que a una chica de la habitación de al lado le entraron a la habitación a las 4:30 de la madrugada y le robaron la notebook y otras cosas más – y otra que como era un estudio de un día y medio, no lo creí necesario), pero al quedarme tooodo el fin de semana, le dije a Little Sister que me la mandara con mi Little Brother. El tema fue que el WIFI que había por esa zona era (y es) ASQUEROSO, no agarraba una señal como la gente, a pesar de estar en el 2º piso, en una habitación sola, y al lado de la ventana, no había WIFI que llegara a mi lap…

¡No se imaginan como estaba! ¡Más loca de lo que soy! Venía traumada del estudio (sabiendo lo que me esperaba el lunes) y cuando descubrí que estaría “desconectada” todos esos días, casi me subo a la wheelchair y me tiro primero por las escaleras, y después por la calle que es bastante empinada, ¡sin frenos!

Pero sobreviví… Al estudio, al encierro hospitalario y a la “desconexión internetil”…

Al estudio, gracias a la cantidad de diazepam que me pasaron por la vía (suero) que todavía me dura el efecto paz y amor… (Ajajaja!) y a la desconexión, porque my Little Sister me trajo en su mp3 todas las series que tenía guardadas en mi compu. [Por cierto, ¡me morí de hambre! Sopa (caldito), gelatina y te durante 4 días… Sin palabras.]

Ahora tengo que esperar los resultados del estudio (que por lo que iba escuchando, no me gustó nada de nada lo que iban encontrando porque me sacaron muestras de tejido para examinar). Cuando tenga los resultados, sabré si me operaran (cosa que creo inevitable) y cuando será la intervención (o las intervenciones, porque yo soy de las que hago 2 x 1, ¡jajá!).

El tema es que ahora disfruto de mi Retoñor (que me fue a ver, me mandaba sms con chistes, contándome lo que hacía, y diciéndome que me quería y extrañaba… Ay…, mi chiquiiitooo… Ah! Y me contaba que Felipe, nuestro pastor alemán, iba a mi habitación, lloraba y dormía al lado de mi cama), y me repongo del dolor…, que no es del alma, pero que es medio parecido…  

Gracias a todos los que me mandaron buena onda, se preocuparon, y dejaron mensajitos por todos lados.

Y sobre todo le agradezco a @ValeContarino que me mandaba SMS preguntándome como andaba y que escribió en mi Facebook lo que pasaba, y a Pato que me llamó por teléfono el domingo y dejó un comentario en mi post anterior contando las novedades.

Y ya decidí que si me internan otra vez (que no va a ser por un finde, sino meses) voy a romper el chanchito (la alcancía) y voy a comprarme un modem inalámbrico.

Ahora, si me lo quieren regalar,  jee, que sea Movistar, porque Claro no sirve para nada, menos en mi zona. 

Ahora si, luego de mi reportereso, ¡me voy a poner al día!  

 

¡Qué tengan una buena semana!