Este post, que escribí en Abril del 2008, es uno de mis favoritos. Lo gracioso es que los que lo leían pensaban que estaba media desanimada, ¡y nada que ver!, ¡ajaja!, aunque no lo crean tengo mi lado sensiblero che... Soy casi un ser humano… Jeje...
En el post aclaro que este ¿poema?, ¿escrito?, whatever, lo tengo guardado desde que era adolescente y que muchas veces me ha servido para darme cuenta de algunas cosas… Y como este último tiempo han estado pasándome cosas, al leer “Buena Madera” me ha ayudado bastante.
Igualmente muchos van a sacar sus propias conclusiones y van a psicoanalizarme, y está bien, están en todo su derecho, pero la verdad es que yo estoy re feliz, recuperándome de mis dolores físicos (y qué dolores, aja jajá!), disfrutando de la vida, de la primavera que se hace la remolona, y de mi hijo, el viento bajo mis alas…
Bueno basta 
La buena madera...
Buena Madera
El árbol que nunca se tuvo que esforzar
por el cielo y la luz alcanzar
sino que plácidamente en la llanura yacía
recibiendo la lluvia que del cielo caía,
jamás en el rey de la floresta se convirtió,
en la forma más obscura su vida transcurrió.
El hombre que nunca hubo de luchar
para el fruto de la tierra cosechar;
aquél que jamás se esforzó por merecer
del sol, el cielo, y el aire gozar el placer,
jamás un hombre verdadero llegó a ser,
vivió y murió sin que algo bueno pudiera acontecer.
La buena madera no es obra de la casualidad;
mientras más rugen los vientos, más fuertes son los árboles.
Mientras más lejano el cielo, más se elevan majestuosos como titanes.
Y mientras más violenta es la tormenta, es mayor la fortaleza.
Al azote del viento, el frío, la lluvia y la nieve
en árboles y hombres la buena madera crece.
Triunfantes sobre la vasta naturaleza
crecen imponentes los patriarcas de ambos en grandeza
Y se reúnen en concilio con las estrellas,
aquellos cuyas ramas rotas muestran huellas
de muchos vientos y grandes querellas.
Esa es la ley de la vida.
De "Buena Madera" es un poema que leí de adolescente y lo guardé como un tesoro. Nunca supe quién lo escribió... Lo compartí en una de las primeras entradas del blog.
Cuando siento que las cosas están tornándose un poco difícil, vuelvo a leerlo...
Una de mis partes favoritas es esta:
Mientras más rugen los vientos, más fuertes son los árboles
Mientras más lejano el cielo, más se elevan majestuosos como titanes
Y mientras más violenta es la tormenta, es mayor la fortaleza.
Al azote del viento, el frío, la lluvia y la nieve
en árboles y hombres la buena madera crece.
Muchas veces sentimos que los vientos huracanados que nos azotan en la vida, son tan fuertes que casi nos dejamos vencer por ellos...
Pero leyendo esta parte del poema, me doy cuenta que es necesario pasar por los embates de la vida, ya que nos van a ayudar a ser fuertes y sobreponernos a lo que nos pueda pasar...
Al azote del viento, el frío, la lluvia y la nieve,
en árboles y hombres la buena madera crece.
Me considero de buena madera...
He pasado por tormentas violentas, y he luchado por salir airosa.
No ha sido fácil, y nunca lo será... Pero de algo estoy segura:
Vendrán épocas en que las cosas no saldrán como yo quiero, en que "las tormentas" de la vida se tornaran violentas, en que voy a tener que enfrentar cosas que me van a hacer tambalear...
Pero sé que si llegué hasta este punto en que superé todos los malos pronósticos, todos los malos augurios, aún hasta la muerte, podré mostrar con orgullo mis ramas rotas donde se vean las huellas de muchos vientos y grandes querellas...
Y podré darme cuenta, cuando las fuerzas flaqueen, que si pasé todo eso, puedo pasar muchas cosas más...
Y lo más importante de todo, es que tendré el viento bajo mis alas para que me siga empujando y elevándome para salir adelante.
Porque como dice la canción que está dedicada a mi retoño hermoso:
pero lo tengo todo en mi corazón.
Quiero que sepas que conozco la verdad, claro que la sé,
no sería nada sin ti.
¿Te dije alguna vez que eras mi héroe
Eres todo lo que deseo poder ser.
Puedo volar más alto que un águila,
porque tú eres el viento bajo mis alas
Vuela, vuela, vuela lejos,
me haces volar tan alto.
Vuela, vuela,
tan alto contra el cielo, tan alto que casi toco el cielo.
Gracias, gracias, gracias Dios mío por ti,
el viento bajo mis alas.
Post original del 18 de Abril de 2008.-
Ivana , que bien que guardaste este escrito y mejor que nos lo muestres de nuevo.
ResponderEliminarTú si que eres de buena madera, seguro de un fuerte árbol, con raíces gruesas y muy profundas, que no hay quien lo tire por muchas ventiscas que soplen y tormentas que caigan.
En los momentos difíciles es cuando se demuestra esa fortaleza que fluye solita y sin pensar, es cuando sacas todas las energías acumuladas que te pueden llenar de ánimo, optimismo, vitalidad y alegría.
Y ante esto ¿quien va a poder contigo?.
Menudo ejemplo le estas dando a tu hijo, el viento bajo tus alas.Puede estar orgulloso de la madre que tiene.
Me ha encantado.
Mil besos.
@victorysilcana: Hola Guapa! Qué lindo leerte!
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Cielo...
Y me alegra que te haya gustado el post... =)
Un besote, Corazón!! =)
Es muy hermoso este poema yes verdad, cuando alguien es buena persona, se dice que es de buena madera, esa que perfuma, que es noble. Está bueno leerlo cuando la vida no nos trata muy bien, es una manera de recordar que podermos resistir. Besos tía Elsa.
ResponderEliminarhermosisimo, Ivyta, mas que hermosisimo.
ResponderEliminarque bien que lo guardaste, es digno de releer.
Debo decir que no leí el original. Pero lo estoy haciendo ahora y me parece excelente.
ResponderEliminarSiempre hay que esforzarse por hacer lo mejor y sacar lo mejor de uno.
Los malos momentos nos hacen más fuertes y desear salir de ellos es el primer paso. Como el árbol y su buena madera.
¡Feliz primavera Ivi!