"Más vale maña que fuerza."

Viejo y querido refrán:

"Más vale maña que fuerza." 

Se obtienen mayores logros con la habilidad, destreza y tranquilidad, que con la fuerza y la violencia.

Desde que estoy en wheelchair/silla de ruedas ¡es mi refrán de cabecera! ¡Aaajaja!

Muchas veces hay que darse maña para hacer cosas que supuestamente no las "podemos" hacer.

La semana pasada, mientras el autor de mis días estaba internado, my Little Sister se la pasaba yendo y viniendo del hospital. Así que la mayoría de las tareas de la casa estaban a mi cargo.

Los Retoñores van en distintos horarios a la escuela. El sobri-retoñito va a la mañana y el Retoñor va por la tarde. 

Así que, cuando Retoñor no tenía clases a contra turno, me ayudaba en algunas cosas de la casa.

Una mañana estaba haciendo el almuerzo, y mi hermana había traído las cosas el súper y se volvía para el hospital, así que con Retoñor teníamos que ordenar las cosas en la heladera, el aparador y el freezer.  Cabe aclarar que el freezer es de esos con 4 cajones y puerta frontal que está colocado encima de la mesada de la cocina (si es media chica mi cocina, así que para ahorrar espacio colocamos ahí el freezer, ya que estábamos en la disyuntiva: el freezer o yo. ¡Jaja!)

Retoñor empieza a guardar las cosas y de repente me dice:

"En este freezer ¡no entra nada más!" [¿?¿? Mi cara tenía esos signos. Jaja!]

Le digo que se fije si puede ordenar los cajones para que las cosas se acomoden mejor y hacer lugar. Responde:

"No se puede Máa... ¡No entra más nada!"  Con tonito de: ¿Qué parte no entendés que no entra nada?

Ahí no más di marcha atrás con mi wheelchair (seseé, manejo para adelante y para atrás, ¡aajajajaa!) y me ubiqué "frente al freezer". La imagen es de la espalda de mi Retoñor, pero si se fijan, van a ver el freezer, ese blanco con miles de papelitos, fotos y chirimbolos arriba, sobre la mesada. No chusmeen el lío de mi kitchen che!! Jaja!

Imaginen sentarse al costado de una mesada de 85 cms (eran gigantes los que vivían en mi casa antes que yo, ¡jaajaja!) y un freezer de 80 cms de alto ubicado sobre la mesada. Mi hijo mide 1,70 y decía que no podía ordenar los cajones.

Empecé a bajar - literalmente - de a uno los cajones, mientras él - que estaba parado detrás mío, a mis espaldas - me ayudaba a acomodar las cosas en los cajones. Nunca tocó los cajones, yo los sacaba del freezer y él me ayudaba a ubicar las cosas, y yo volvía a meter los cajones en su lugar.

Terminamos la tarea y siento que mi Retoñor me dice:

"Me has dejado ASOMBRADO. Viejas que se quejan de nada y vos, sentada, sacaste los cajones y los volviste a poner sin ayuda... Realmente increíble Máa..."

Me río y le digo:

"Es que más vale maña que fuerza, hijito." 

Y les cuento:

Más vale maña que fuerza para subir mi "cuerpito" de huesos grandes y bien revestidos al taxi, o al auto de mi hermano.

Más vale maña que fuerza para subir y bajar de la wheelchair apoyando solo una pierna, y hasta por ahí no más porque me duele, cuando me voy a dormir o cuando tengo que subir al auto.

Más vale maña que fuerza para levantar las cosas que se me caen al piso, ¡y no caer yo al piso en el intento! ¡Aaaajajajaja!

Más vale maña que fuerza para lavar los pisos y no dejar las huellas de mis ruedas en el piso mojado... Y no, no levito gente... ¡Aaajaja! Pero se puede, ¡les aseguro que sí!

Más vale maña que fuerza para ayudar a quien me tiene que subir o bajar de las veredas porque las rampas están rotas y más de una vez casi "me paro" porque las ruedas de mi wheelchair/silla de ruedas se quedaron trancadas/atascadas en los pozos que tienen las rampas, las veredas y las calles. 

Porque no sólo es "Más vale maña que fuerza", si no que ya saben: 

"Querer es poder"

 

¡¡Qué tengan un buen miércoles, gente!!