5 de octubre de 2011

Confesiones primaverales: Ingánica, casi un estilo de vida. [¿?]

Hoy es miércoles ya…, fecha exacta 5 de octubre, que es el 278º (ducentésimo septuagésimo octavo) día del año en el calendario gregoriano y el número 279 en los años bisiestos. Quedan 87 días para finalizar el año, es decir, el año está perdido… ¡Ajaja!

Si, me encanta saber cuanto falta para terminar el año (?).  jijiji1

Y no pregunten porqué. Me gusta y punto. (Si, hoy amanecí media retobada, ¡ajaja!)

 

Soy de inventar palabras. #Ingánica (o #ingánico depende del género ¿?, juas!) viene de no tener ganas (gánicas). ¿Ganas de qué? Y…, depende. ¡Ajajaja!

No es que esté deprimida, bajoneada o ninguno de esos síntomas que suelen endilgarme cuando digo que estoy ingánica, simplemente disfruto mucho no hacer nada.

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Cuando estoy deprimida, y obvio que hay días que me agarra la depre porque soy casi un ser humano, directamente me llamo a silencio (cosa que es muy rara porque hablo hasta por los codos) y evito contagiar la depre a los que me rodean. Nadie tiene la culpa de que las cosas no salgan como uno quiere o que vaya todo para atrás.

Bien. Aclarado ese punto. Sigo.

Estas semanas la “inganicidad” se ha vuelto crónica. Menos mal que soy lo suficientemente inteligente ( ¿? y humilde por sobre todas las cosas, ajaja) para equilibrar el tema de andar ingánica y a la vez cumplir con mis roles de madre, tía, ama de casa y otras yerbas.

Digamos que puedo permitirme estar ingánica por el simple hecho de que estoy en silla de ruedas y que dependo de alguien (o existen otros factores) si quiero hacer algunas cosas, como por ejemplo:

A. Salir:  Puedo tener todas las ganas de salir a dar una vuelta pero debido al estado calamitoso de veredas y caminos alternativos que tengo que buscar para poder desplazarme, no puedo hacerlo sola. Punto. No hay tu tía. Accesibilidad my… (Juas!). Por acá les cuento lo de accesibilidad cero a la izquierda en Trelew.

B. Bañarme para salir (tampoco es cuestión de apestar cual Pepe Le Pew, ajaja!):  Después del accidente tuvimos que mudarnos a la casa donde vivimos ahora y el autor de mis días trató de que fuera lo más “funcional” posible pensando en mi silla de ruedas (y en el bolsillo = $$$, obvio). Es un dúplex, donde aparte de estar al living y la cocina en la planta baja tengo mi dormitorio. Originalmente el baño fue pensado para las “visitas” así que imagínense las dimensiones. La cosa es que lo único que pudimos hacer (y seguimos pensando con el bolsillo = $$$) es agrandar la puerta, correr el inodoro más cerca de los surtidores de la ducha, y punto. Paren de imaginar “la adaptación”. Así que para bañarme, cosa que hago sola por suerte, je je, el trámite es el siguiente:

  1. Me saco la mayor parte de la ropa en mi habitación. Ok, too much information, je.
  2. Me meto sola al baño.
  3. Me paso al inodoro que es donde me sitúo para bañarme.
  4. Entonces viene Little Sister y saca la silla de ruedas.
  5. Me baño.
  6. Termino y paso el secador (palo del piso) y seco el baño con los trapos que tengo que poner para que no salga el agua si me olvido de ir empujándola con el secador mientras me baño. Y si, cuadro de ducha imposible de hacer por el tema de la silla de ruedas. Aparte los “craneotecas” que contratamos para hacer la adaptación hicieron el declive mal (ni idea en qué estaban pensando) así que si me descuido y no controlo el agua, termino inundando mi casa. ¡Ajajaa! Y si me Río de Janeiro, otra no me queda, gente.
  7. Aviso que me traigan la silla de ruedas.
  8. Me subo a la silla de ruedas.
  9. Salgo del baño.
  10. Me voy a mi habitación a terminar de cambiarme.

Nooo… siiii… No es no más, Gente. jijiji1

 

C. – Ponerme a limpiar: Aunque esté en silla de ruedas cocino, lavo los platos, plancho, pongo la ropa en el lavarropas, y a veces paso el trapo en el piso. Paso el cepillo para barrer los pelos de Felipe (nuestro pastor alemán de casi 5 años y que vive adentro) y ahora las cenizas. Paso la gamuza con el Blem (señores de CS Johnson & Son a ver si me sponsorean el blog, ¡jajaja!) a los muebles hasta donde alcance. Así que si quiero ponerme a hacer una limpieza profunda por razones obvias no puedo hacerlo.

D. Trabajar: la “inclusión” al mercado laborar de las personas con alguna discapacidad es bastante complicado por estos lares. Eso por un lado. Pero debido a las secuelas del accidente, digamos que tampoco puedo exigir mucho porque por mi incontinencia - y no verbal, ¡ajaja!, no me avergüenza decirlo, es más pienso que soy una bebe, así que es como un elogio ¿?, ¡aaaajaja! –, tengo que cambiarme cada 4 horas. No puedo usar el baño por más adaptado que esté porque no me paro, así que si o si tengo que utilizar la cama para hacer lo que todo el mundo hace cuando va al baño (número 1, número 2 es otro tema gracias a mi ano contra natura). O sea, trabajo en casa preparando alumnos y haciendo algunas cosas con la computadora (que dicho sea de paso, bastante flojito viene el tema).

Y no sigo porque estaría horas escribiendo, ¡ja ja!

Así que yo le pongo garra, actitud positiva, buena onda, me Río de Janeiro de algunas situaciones tragicómicas y todo lo que se puedan imaginar para sobrellevar mi “nueva vida” en silla de ruedas pero no es tan fácil.

Ojo que no me quejo, ¿eh?, hay cosas peores, se los puedo asegurar. Lo mío es algo que pasó y que de nada sirve llorar sobre la leche derramada. La vida continúa y depende de uno si la va a continuar amargada y amargando a todo el mundo, o si va a ver el vaso medio lleno o buscarle el lado amable. No queda otra.

Y volviendo a la “inganitud crónica” que vengo sufriendo estas semanas, que es el tema de estas confesiones primaverales, digamos que por todas esas razones estar ingánica es casi un estilo de vida, mi estilo de vida (¿?).

¡Aaajajaaa!  crazy2 

 

loquequiero

Ni importa! Yo puedo hacer lo que quiera!

(“Traduschion” ivanezca, ajajaja!)

La Ivys on wheels!, Actualizado en: 9:53

4 comentarios:

  1. Bueno yo diria que de ingánica no tenes nada, hacés bastante por tu situacion y te la arreglas bastante bien sin ayuda. Te diria que personas sin inconvenientes se rascan bien rascadas, o sea vagancia total. Yo admiro la capacidad del ser humano para adaptarse y arreglarse sin ayuda. En capital hay un hombre que no tiene piernas, va el cuerpo termina truncado en el tronco y va a todos lados desplazandose con los brazós, hasta sube al colectivo, es de no creer, un hombre jóven, admirable. Te mando un besote y como siempre que te leo y me quejo de algo me avergüenzo, tìa Elsa.

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  2. Te arreglás bárbaro!! hay gente "entera", y no porque te falte nada, que vive ingánica y lo que es peor se acostumbran y no se agachan ni por casualidad..
    Vos sos admirable..
    Besos!

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  3. Hola mi querida @Tia Elsa! =) Y si, mi mamá me decía que a veces la necesidad tiene cara de hereje, ajajaja! Y también que hay que adaptarse a las circunstancia si no te comen los bichos, juas!
    Hago lo que puedo y aplico lo que me enseñaron. =)
    Besotes!!! =)

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  4. Si @Julieta, es verdad, conozco a algun@s que se quejan por pavadas y me dan ganas de decirles: "Hello!!! Agradecé que caminás pedazo de infeliz (en el buen sentido de la palabra infeliz, que no es feliz, ajajaja!)"
    Pero bueno, allá ell@s... .P
    Gracias! =)
    Besotes! =)

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Pasen y dejen sus dimes y diretes!!

Gracias!!!
:)

 

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