6 de junio de 2023

Discapacidad en 1º Persona. Parte 2. Mi historia. #inclusión #accesibilidad

 

Fuente de la imagen: @cheaper than therapy in Tumblr

Vamos con la parte de 2 de esta saga (que no es la 2º parte, es la 3º, pero bueno, ustedes entiendan que sho soy así...😅) de la discapacidad en 1º persona, la mía, obviamente.

Aclaro que este post es largo como esperanza de pobre. (?) 😅 La que avisa no traiciona. 😏😋

Pero antes les cuento que la imagen que ilustra este post fue un regalo que recibí hace algunos años de @cheaper_therapy, con quien nos cruzamos en el año 2010 en Twitter (su cuenta está inactiva desde hace mucho tiempo). Ella leyó mi historia e hizo ese hermoso dibujo que me representa volando en mi wheelchair ♿/silla de ruedas  sobre la ciudad acompañada de mi retoño, el viento bajo mis alas, a quien ella lo dibujó como un superhéroe con su capa roja, al lado mío. Obviamente que este regalo se mereció un post y lo pueden leer por acá. 😍

Bueno, hecha esa aclaración (?) 😅, voy a contar un poco de mi vida para ponerlos en contexto.

Yo estuve del lado de los que caminan hasta los 29 años de edad. Trabajé desde los 19 años dando clases.

Unos meses antes del accidente renuncié a la escuela donde enseñaba porque tenía pensado ir a buscar trabajo en otra provincia. Me estaba quedando en el departamento de mis padres junto a mi retoño, el viento bajo mis alas, que en ese entonces (año 1998) tenía 2 años de edad. Mi mamá trabajaba y mi papá también, pero en otra provincia, viajando a casa para vernos y comprar materiales para la obra que estaba haciendo. 

A pesar de todo, mi vida se desarrollaba de lo más bien, hacía de madre del retoño y ama de casa, y de paso le ayudaba a mi mamá en las tareas de la casa porque ella trabajaba todo el día. ¡Ah! Y les recuerdo que sho todavía caminaba, pequeño detalle. (?) 😁

Todo marchaba sobre ruedas (cuack! 😅), hasta que el 30 de diciembre de 1998, mi mamá recibe una llamada que la termina de convencer de ir a pasar el año nuevo a Bariloche con parte de la familia, del lado de mi madre, que venían de todos lados a juntarse para las fiestas. Ya se sabía que venían TODOS a juntarse para recibir al año nuevo, pero los autores de mis días, mis progenitores/padres 😄, habían decidido no ir y pasar las fiestas en Trelew en familia como siempre, con mi hermano, su esposa, mi little sister, mi retoñito, mi mamá, mi papá y yo.

Pero bueno, para hacerla corta, en la mañana soleada, cálida, del 31 de diciembre de 1998 emprendimos nuestro viaje familiar hacia Bariloche. Íbamos mi mamá, mi hijo Damián (que sólo tenía 2 años y 5 meses) y yo, en el auto de mi mamá. El autor de mis días y little sister en la camioneta de mi papá llena de materiales que había comprado para la obra que estaba haciendo en Bariloche), y mi hermano con su esposa, en su auto. 

Todo iba bien en el viaje hasta que lo último que recuerdo es cargar combustible, cambiar a mi hijo al auto de mi hermano y salir, mi mamá manejando y yo de copiloto, hacia Bariloche.

Tuvimos el acidente. 

Les cuento que no me acuerdo qué pasó en el accidente, perdí la memoria desde el momento en que dejé a mi hijo en el auto de mi hermano, fui al auto de mi mamá, me senté en el lugar del acompañante, y salimos de la estación de servicio con el tanque lleno. Según me cuentan, no chocamos contra nada ni nadie, íbamos solas en la ruta. Volcamos sin saber porqué ya que, como nos habíamos separado de mi hermano que venía adelante nuestro y de mi papá que venía detrás nuestro en su camioneta con mi hermana, nunca vieron qué pasó en realidad.

Mi papá se encontró con el auto dado vueltas (dicen que dio varios tumbos por lo que observaron), mi mamá todavía en el auto con el cinturón puesto, y yo a varios metros del auto (si, venía sin cinturón de seguridad, pero mi mamá lo traía puesto y falleció..., no comments), tirada sobre una roca, hablando, pidiendo agua y preguntando por mi hijo.

Como les conté antes, lo último que recuerdo fue salir de la estación de servicio con mi mamá en su auto. Próximo recuerdo: luces, gente corriendo, sala de terapia intensiva, tubos para respirar - y  por todos lados -; mi papá al lado mío... Según me cuentan, pasé el último día del año viejo (31/12/1998) y el 1º día del año nuevo, 1999, en una sala de cuidados intensivos con médicos que le decían a mi papá que preparara otro funeral porque yo no iba a sobrevivir (yo no me enteré hasta 15 días después que mi mamá había fallecido en el accidente). Siguieron pasando los días con recuerdos, como flashes en mi mente, de tubos, enfermeros, dolor... A los 5 días logro respirar por mis medios y me sacan del respirador. El 6 de enero del año 1999 me mandan a Buenos Aires al Hopistal de Agudos Dr. Fernández, donde pasé casi 3 años y tuve 21 cirugías (entre cirugías reconstructivas, de limpieza de huesos infectados, etc., etc.). Si, estuve internada varias veces, a saber: 

  • del 6 de enero de 1999 al 20 de febreo del 2000; 
  • del 30 de junio hasta fines de noviembe del 2000; 
  • del 20 febrero hasta 11 de diciembre del 2002. 

Después del 2002 no volví más al Hopsital Fernández, aunque debería haberlo hecho..., pero ya estaba en casa, ya estaba totalmente adaptada a mi nueva vida en silla de ruedas y no quería sufrir más el desarraigo, porque la 1º vez que estuve internada (06/01/99 al 20/02/2000) estuvo a mi lado, siempre, my little Sister Marcia, pero las dos últimas internaciones estuve sola en el Hospital, sin familiares directos, porque en la 2º internación Marcia estaba embarazada y tenía que ayudar a mi papá a cuidar a mi hijo (cosa que el autor de mis días hizo solito mi alma mientras estuvimos en el Hospital Fernández), y en la 3º ya tenía a Bruno (mi sobri-retoñito), así que no podía acompañarme. Y está bien, porque desde que volví a casa definitivamente (en diciembre del 2002), hemos estado juntas criando a nuestros hijos, juntas sobreviviendo a pesar de todo y de todos.

Bien, esa fue la historia de como llegué a ser una persona con discapacidad. Quedé en silla de ruedas porque mis lesiones no fueron a nivel medular, porque por suerte mi columna se salvó de milagro a pesar de que tuve una sub-luxación sacro ilíaca derecha que por unos milímetros no lesionó mi columna, cosa que de haber sucedido, todo hubiera sido más complicado. Lo que sí me pasó es que... ¡Ah, cierto! No les conté qué fué lo que me pasó en el accidente, cuales fueron las heridas que sufrí para que quede en silla de ruedas, pero qué cabeza la mía... 😁 

Paso a detallar mis heridas, pero para los que son impresionables, aclaro que se preparen o cierren los ojos y salten al último párrafo. (?) 😂😂 Acá vamos:

  • Fractura expuesta de pelvis con desgarro ano-vaginal perineal (si, me rajé al medio 😅😅) con diastasis pubiana de más de 15 cm. En el accidente el hueso de la pelvis se abrió y a pesar de los intentos por cerrarla con una placa, ésta se infectó (casi me muero por la infección), así que quedé con mi pelvis abierta casi 15 cm. Y no, no duele, salvo cuando llueve o hay mucha humedad, posta. 😄 Las secuelas que dejó semejante lesión en mi plevis fueron un ano contranatura (uso bolsas de colostomía desde el 13 de enero del año 1999, tema para otro post 😅), incontinencia urinaria (si, uso pañales, soy como un bebé (?) 😅😅), y que al estar abierta la pelvis, no tengo estabilidad en la zona de las caderas. Los primeros 15 días tuve unos tutores en el área de la pelvis hasta que empezaron a hacer las cirugias reconstructivas en el área ano-vaginal.
  • Fracturas expuestas de platillos tibiales de ambas rodillas. La rodilla izquierda se infectó tanto que prefirieron no exponerme a más infecciones y dejaron en extensión la pierna y fija la rodilla (recuerden que al ser expuestas las fracturas, se "ensuciaron" con el pavimento de la ruta y todo eso complicó todo). En cambio la rodilla derecha tuvo más "suerte". Le pusieron una prótesis que, según dicen, fue una obra maestra lo que hizo el cirujano con la reconstrucción de los platillos tibiales y la colocación de la prótesis. Gracias Doctor Buttaro, dónde se encuentre (y gracias por aguantarme... 😅😅). Ambas rodillas tuvieron tutores que llegaban hasta los tobillos.
  • Fractura acetábulo izquierdo. El acetábulo se curó sin problemas.
  • Sub-luxación sacro ilíaca derecha. Esa llevó un par tornillos hasta que se acomodó en su lugar otra vez.
  • Fractura de un par de costillas del lado derecho.
  • Fractura de un dedo de la mano derecha que lo descubrieron a los 20 días, en la sala de terapia intensiva.
  • Un golpe en la cabeza que también descubrieron en terapia intensiva cuando me fueron a lavar el pelo. Tenía una costra de sangre del hematoma en la parte izquierda, arriba de la oreja. Nadie sabe si tuve alguna contusión cerebral porque estaban preocupados y ocupados en armarme la pelvis, la cadera y ambas rodillas.
  • Laceraciones en el brazo derecho y algunas partes de la espalda y pechos, que se supone que me hice dando tumbos cuando me despidió el auto.
Ahora sí ya saben todas las heridas que tuve en el accidente. 

A pesar de todas las cirugías, no fue posible "armarme" para no quedar en silla de ruedas, pero está bien..., estoy VIVA. 😃 

Seguramente si hubiera estado en una mejor posición económica (#spoiler: ese es el tema de mi próximo post de la saga "Discapacidad en 1º Persona" 😅), o si las cosas hubieran sucedido de otra manera (no tantas infecciones que evitaron cirugías, no tantas fracturas y sus secuelas, y haber tenido dinero... 😐), tal vez..., tal vez no hubiera quedado en silla de ruedas. 

PERO, eso es algo que nunca lo sabremos, salvo que me gané la lotería. (?) 😁😂

Lo que sí sé es que todo lo que me pasó y me dejó en silla de ruedas, fue, y sigue siendo, lo que me ayudó a superarme, a adaptarme, a aprender, y a aceptar las cosas que no puedo cambiar. Hice todo lo que estuvo a mi alcance para salir adelante. Y lo logré.

Sobreviví a un accidente que tiene un 80% de mortalidad, y que el 20% que sobrevive, termina falleciendo por las secuelas de las heridas e infecciones... Yo sobreviví y vencí hasta las estadísticas, no cualquiera. (?) 😄😄

Creo que nunca, en los 16 años que va a cumplir este blog, escribí con pelos y señales lo que me sucedió en el accidente. Sé que en la página "¿Quién soy?" cuento algunas cosas (como así también por acá),  pero nunca puse todo junto...

Y esta fue mi historia. La historia de cómo en un vuelco - literalmente, porque eso sucedió en el accidente -, pasé de caminar 29 años por esta vida, a andar en mi silla de ruedas por el resto de lo me queda vivir en esta tierra. 

Ojo, siempre tengo la esperanza de que algún día, cuando tenga mucha plata/dinero/money, la ciencia va a estar en su máximo apogeo y habrá alguna cirugía, o cirugías - ya tuve tantas, algunas más que me hacen 😂😂 - que me volverán una caminante, como antes... Pero bueno, la esperanza es lo último que se pierde... 😉

Por ahora seguiré transitando mi no tan "nueva vida en wheelchair/silla de ruedas" (en diciembre se cumplirán 25 años del accidente), y contando en este blog ameno, " a meno" que no le guste, je... 😅😅, cómo me va yendo, porque... ¿Quién sabe? Tal vez sirva de algo contarlo, y hasta pueda ayudar a alguien a ver que las cosas no son tan terribles como parecen. 😉

¡Gracias por llegar hasta acá! ¡Hasta el próximo post! 😊





P. D.
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La Ivys on wheels!, Actualizado en: 22:44

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