Casualidad o causalidad (?) #Martes13

 

No soy supersticiosa pero a veces lo dudo, ¡ajaja! Y les cuento porqué.

Esta semana empezó dentro de los parámetros normales (?), y si bien por estos cambios bruscos del clima patagónico mi Retoñor esta bastante resfriado, hoy entraba a las 9 así que ya anoche habíamos decidido que hoy no iba al colegio. Como está en los primeros días repasando y poniéndose en “onda” con esta nueva experiencia que es empezar la etapa final (4º año) de la escuela secundaria, no iba a influir mucho faltar un día. (Nota: Si alguien me avisa en que momento mi bebé de 4,390 k y 51 cm, bonito y chiquito se transformó en un adolescente de 15 años, casi 1,80 m, bonito pero no tan chiquito, se lo agradeceré. )

Bueno, con esos planes en mente, anoche me vi un par de series y me acosté a las 3 am sabiendo que NO iba a madrugar y que iba a tener unas horitas más de sueño.

Todo muy lindo… Dormir y no pensar en madrugar…

Pero como siempre uno propone y alguien dispone todo lo contrario…

9 am empezaron a derribar una pared a martillazos en la casa de al lado los señores albañiles (muchas gracias señores albañiles por el “dulce” despertar. Y mientras escribo este post acaban de empezar a los martillazos otra vez, son las 3 de la tarde, por ende de la siesta mejor me olvido), así que todos mis planes de seguir durmiendo se fueron a…, ahí mismo.   Amén de que parecía que en mi cabeza daban los martillazos los muy albañiles…

Eso no es nada.

En el transcurso de la mañana vino el cartero y me dejó una carta de la CNC donde como el famoso Poncio Pilato, se lava las manos con respecto a la denuncia que tengo contra Telefónica por Speedy. Obvio que ya estoy pensando lo que voy a contestarles en base a lo que “argumentan” que debería hacer Telefónica. El tema es según ellos la compañía que brinda el servicio debe hacer algunas cosas, pero sabemos muy bien que la mayoría de las veces no hace lo que “debería”, porque mandará el servicio técnico que repare los cortes pero a la semana vuelve a cortarse a cada rato; y eso de que me devuelva el dinero de los días que estuve sin speedy está bien, pero todos los días, no un día si un día no, o sea.

Pero la verdad que todo ya se veía venir mal aspectado porque descubro que la cubierta de una de las ruedas neumáticas de la silla de ruedas se rajó y está saliendo la cámara por el agujerito.  (No, no es la wheelchair nueva, todavía tengo la vieja recauchutada . Lo de la silla nueva es OTRA historia, que solo diré que está en “trámite”. Say No More).

¿Y qué más? ¡Ah! Pedí otra silla de ruedas por otro lado y me llaman a media mañana porque también hay dramas... Por suerte son dramas que se pueden solucionar (ya lo estoy haciendo) pero que dilatan el tiempo que de por sí es largo.

Noooo, si hoy estoy sufriendo la maldición del martes 13 o dio la casualidad que justo eligieron este día todos para embromarme la existencia. ¿O fue causalidad? Vaya uno a saber, en fin…

Por todo eso he decidido sentarme (cuaaack!) y hacer NADA todo lo que resta de este martes 13.

Si señoras y señores, voy a proceder a estar #ingánica hasta que las velas no ardan. (?)

 

Mi mamá decía que las brujas no existen, pero que las hay las hay. (?)

¡Y me fui!