Una de las cosas que me llevó a tener un blog es la ¿necesidad?, bueno, pongámosle la necesidad de contar como es tener un accidente, sobrevivir y no morir en el intento… de sobrevivir al accidente viviendo en wheelchair/silla de ruedas…
Al principio los posts eran de cosas que me habían pasado durante el tiempo que estuve internada en el Hospital Fernández más que nada. Los médicos, los dolores, las angustias, mis ambivalencias.
En el medio contaba como eran algunos de mis días, contaba qué cosas me gustaban, posteaba premios (¡cómo me gusta recibir premios!), tenía un grupo “selecto” de amigas y amigos blogueros con los cuales interactuábamos en los comentarios, yendo y viniendo de blogs en blogs sin necesidad de tener el Reader configurado, era “tracción clic”, es decir: buscar los blogs en favoritos e ir a ver si habían actualizado Kiri, Carlota, Circe, Nat, la Abuela Ciber, H.G. con la música de Amelie de fondo en su blog que me hace ir de vez en cuando solo para escucharla, Marisita, Beatriz, la Masqui, Verónica, Mariale, Di, Alma, N.A.S.A, Adelita, Francisco, Juan Rafael, Dragonfly, Bruno, Ferípula, por nombrar algunos, amigos que ya cerraron sus blogs, otros que están en stand by y algunos que siguen escribiendo no tan frecuentemente como antes, pero que están ahí. Todos nos conocimos allá en septiembre de 2007, cuando empecé con el blog.
Un ejemplo de como “interactuábamos” en los comentarios lo pueden ver en este post que es de noviembre de 2007, la verdad que lo estuve leyendo y me puse nostálgica, ¡qué lo tiró!
Como les venía diciendo, me decidí y empecé a escribir un blog porque muchas veces mis psicólogas (recuerden que tuve dos por falta de una cuando estuve internada, y por acá y por acá la historia) me decían que escribir lo que me pasaba (aparte de contárselo a ellas, obvio, para eso estaban) ayudaba a que yo pudiera expresar lo que sentía y poder encontrar la manera de elaborar el “duelo” de muchas cosas que me sucedieron, sobre todo el quedarme en una silla de ruedas y perder a mi mamá, dos cosas que me pasaron cuando tuve el accidente. Si bien en casi los tres años que estuve internada junté bastante material con mis diarios como para escribir un libro, podría escribirlas en el blog, y tengo blog hasta el año 2032, ¡ajajaja!, pero siento que son “mis cosas” y que tengo que contarlas todas juntas para que las lean sin distracciones a la vieja usanza: en un libro impreso. Y si, cuando menos lo piensen les doy una sorpresa… Je…
Con el tiempo, ya voy a cumplir 4 años con el blog, empezaron a surgir cosas que me distrajeron un poco, ¡bah!, bastante de mi blog.
¿Y que surgió o apareció en mi vida? Facebook, Twitter y varias redes sociales más que ya ni sé cuales son porque me registré en tantas que ya perdí al cuenta, pero las que más me “atraparon” fueron esas dos: el “feisbuc” y el “tuiter”
Y no, no es excusa haber dejado que esas dos redes fueran casi indispensables y que por “culpa” de ellas… - ok, convengamos que la culpable soy yo por haberles dado tanta bolilla -, haya abandonado un poco mi blog…
Pero no le echemos la culpa al “chancho”, si no al que le da de comer, ¡ajajaja!
Sobrevivir al accidente y contar lo que me pasa en “mi nueva vida” – como la llamo - da material para escribir en el blog, pero a veces no tengo ganas (si, estoy ingánica, juas!), y otras veces realmente hay cosas que me las prefiero guardar para mí.
Soy media egoísta, lo confieso.
También sucede que no solo cuento cosas de mi accidente o de como es estar en silla de ruedas, también cuento experiencias que me pasan con mis conocidos de la “vida real”, la mayoría de los cuales viven en Trelew y conocí con mi nueva vida sobre ruedas, así que como he perdido el “anonimato” por decirlo de alguna manera, muchas veces si cuento algunas cosas que pasan y doy muchas pistas, los “involucrados” se van a enterar y van a dejar de hacer las cosas que dan material para mis posts… O van a largarme con la wheelchair por la calle más empinada de la ciudad y voy a terminar estampillada contra la glorieta de la Plaza Independencia.
Y si, Trelew es “un pueblo chico” para algunas cosas, y con el feisbuc y el tuiter se ha hecho más chico aún. Por cierto, tuvimos la cena Aniversario por los 25 años de la escuela donde soy la Presidenta de la Cooperadora y dio material para postssss, varios, se los aseguro, ¡jajaja!
Otra cosa que tengo que confesar, que los que me leen hace tiempo ya lo saben, es que a mí la rutina me mata.
Y si, escribir un blog es rutinario, más cuando decidiste hacerlo “personal” y supuestamente tenés que actualizarlo todos los días. Por eso, convengamos que la rutina de “sentarte” y ponerte a escribir un post, a mí, me mata, ¡juas!
Aparte, otra cosa que tengo que confesar, y por eso el post se llama “Confesiones de fin de invierno” obvio, es que si bien yo soy tan optimista que doy asco, hay días que amanezco con ganas de no hacer absolutamente nada, y no por ingánica precisamente, si no porque uno le pone onda a la vida, pero los que te rodean, y no mi familia, si no los otros seres humanos, se ponen de acuerdo para tirarte el optimismo bajo las ruedas de mi silla de ruedas, ¡cuaack!
Otra cosa que también influye por así decirlo, es que este año viene mal aspectado y que a nivel personal está siendo muy complicado económicamente hablando, y eso por más onda y optimismo que le pongamos, no aceptan “optimismo” cuando de pagar las cuentas se trata, je… En otras palabras, digamos que llegó la “época de las vacas flacas”, lo único flaco que hay en mi vida aparte de mi hijo, ¡ajajaja!
Como dije antes, no hay excusas para dejar de actualizar el blog que en sus principios era diario el tema de publicar los posts, pero si bien el público se renueva, hay “viejos amigos” que sé que nos extrañamos, porque muchos han dejado sus blogs y aunque con algunos nos comunicamos todavía por el Facebook, siento que hemos dejado de “interactuar” en los comentarios más que nada porque dejé que la rutina hiciera su trabajo junto a las redes sociales, lo confieso, y esas dos cosas hicieron que me alejara un poco del blog…
Muchas veces pensé en cerrarlo, posta. Pero mi blog es mi “hijito”. Y esta mañana cuando me levanté y pensé en que cosas podría escribir en este post de “confesiones de fin de invierno”, al decir que el blog es como mi “hijito”, me di cuenta que mi “hijito” está creciendo y que ya no necesita tanto cuidado, pero entonces me saltó la “madre” de adentro y decidí que si bien iba a confesar mi “abandono”, como sigue siendo mi “hijito” voy a seguir cuidándolo, no atosigándolo, pero cuidándolo, es decir, cuando digo “cuidándolo” significa que habrá posts, algunos días de corrido, otros salteados, tal vez no tan “personales” si no que tal vez más “misceláneos”, o no, pero en definitiva “la Ivy’s on wheels” debe seguir “rodando”, y aunque me lean “salteado”, no se van a librar de mí.
Yo confieso que me alegra tu decisión de seguir en el blog, la verdad muchas fueron abandonandolo ante la aparición de otras yerbas, pero creo que el blog es más personal, permite expresar sentimientos, emociones, que no se dan tanto en las redes sociales. Bueno mientras escribas y yo pueda venir a visitarte me tendrás de lectora, besos. Tìa Elsa.
ResponderEliminarLo que me alegra de tu confesión es que vas a seguir. Es verdad, uno descuida los bloguitos por el tuiter o el face pero hay que seguir. En lo económico, bueno, si vieras mi billetera te pondrías contenta (ja, consuelo!) A seguir Ivy, si tu dejas qué hago yo? eres una de mis principales fuentes de inspiración vital, un motorcito en mi corazón, alguien especial que apareció en un momento especial. No abandones a tu hijito, aunque los hijos crezcan siempre nos andan necesitando (a las mamás digo).
ResponderEliminarBesos!
Me (vero, la loca, jaja)
Mi querida Leonina, esta gata perdió amigos en el camino por ser lenta para visitar, pero tambien muchos aunque soy lenta siguen conmigo a pesar de que no comenten porque hay lazos que traspasaron el blog y nos comunicamos por email, face o twitter, es ahi cuando intento volver de apoco y no perder comunicación con ellos porque si me importan.
ResponderEliminarMe alegra que sigas adelante, no importa que sea diario, yo me dije al menos uno semanal (esta semana fue especial ;) ) asi mi hijito como dices no reclama y me tapiza de ronroneos con ¬¬ jajajaja los que te queremos te seguimos lentito y todo, pero esperando que cosita nos traeras, ya que tu blog fue un lindo regalo para mi conocerlo :)
Sigue adelante con silla y todo... cuidadin con caerte plis jejeje que aqui te esperamos :D
Muchos besos y abrazos ronroneados ^_^
Ganas no me han faltado a mi por cerrar el mio tambien, pero tengo un compromiso con los que me leen, mi blog, es mas, ninguno de mis blogs es personal, abarcan parte de mis conocimientos enseño a traves de ellos, y cada vez que hago un tutorial es como si liberara tension de mi ser, me siento relajado y tranquilo. Iva te entiendo, hay dias en que uno no quiere ni tocar el teclado, ni hacerse una tasa de café, hay dias en que todo parece vano y por mñas que hagas en vano queda todo. Cierras los ojos y piensas en que pasará dentro de 20 años, que hiciste?, ¿que dejaste?, ¿alguien se acuerda de mi? a esa altura no importará, porque no estaré para presenciarlo.
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