Hoy 2 de julio, pero hace 15 años nacía mi hijo, el viento bajo mis alas.
Todos los años agradezco el haber tenido la oportunidad de ser madre con todo lo que eso significa. No soy perfecta pero sé que lo estoy haciendo bien.
Mi hijo Damián es todo lo que siempre soñé y más.
Tiene un carácter dulce que a veces se transforma en el carácter de un típico adolescente , cosa que heredó de mí no hay nada que hacerle, ¡ajaja!. (Cuando yo era un adolescente mi mamá me decía que en un futuro no muy lejano tendría un hijo e iba a “sufrir” la etapa de adolescente y que me iba a acordar de ella, y así es, ¡juas!)
Es muy compañero. Tiene la “tarea” de a veces empujar la silla de ruedas de su Mami por las callecitas de Trelew y lo hace sin chistar y hasta lo disfruta . Siempre está atento y me ayuda en todo, no me puedo quejar.
Es un buen alumno. Estudia, muy pocas veces lo tengo que apurar para que haga las tareas, sabe que su “trabajo” es andar bien en el colegio y se esfuerza y lo logra. Siempre le exijo que sea el mejor, pero realmente ya es el mejor, así que no tengo de que preocuparme.
Es familiero. Su Abuelo, el autor de mis días, es lo más importante para él y su palabra es ley. Con mi hermana se “entienden” a las mil maravillas, son cómplices y se llevan súper bien. Con Bruni, mi sobri-retoñito, su primo de 10 años son prácticamente como hermanos, con todo lo que eso implica, ¡ajaja!
Tiene la capacidad de adaptarse a las circunstancias, de aceptar lo que me pasa y de tomarlo como algo natural. Es muy inteligente.
Siempre digo que se salvó de milagro del accidente porque lo cambié de auto.
Él es la razón por la cual yo aguanté cirugías, internaciones, infecciones, dolores, angustias, y todo lo que pasé desde ese 31 de diciembre del ‘98 cuando tuve el accidente.
Es por él que decidí pelearle a las estadísticas, a los pronósticos de muerte y hasta de incapacidad total, porque llegaron a decirme que NUNCA me iba a poder sentar en una silla de ruedas y acá estoy.
Él es el viento bajo mis alas, la razón de mi vida, la respuesta del “¿para qué?”, porque antes, cuando recién tuve el accidente preguntaba ¿por qué?, ¿por qué a mí?, ¡¿POR QUÉ?! Hasta que decidí cambiar la pregunta: ¿PARA QUÉ?.
Así que hoy, al ver a mi hijo con su metro ochenta, su carita de ángel, su cuerpo de hombre pero con un niño adentro; ver en qué se convirtió ese enano que no pasaba el metro veinte del suelo y que me decía “escuchá… mi corazón dice que está enamorado de vos…”, es la respuesta a mi “¿para qué?”.
Y como cada año desde que empecé con el blog, allá en el 2007, voy a compartir algo que resume todo lo que es mi hijo para mí desde hace 15 años y que seguirá siéndolo hasta que termine este viaje terrenal, que espero que sea dentro de muchos años.
Trelew, Ch., 2 de Julio de 2008.-
Querido Retoño:
Una vez me pediste que te contara como eras cuando naciste.
Esta es la historia.
Viniste al mundo un 2 de Julio de 1996, eran las 14:40 hs., pesaste 4,390 kgs. y mediste 51 cms.
Blanquito, pelo castaño claro suavecito, manos de hombre (dijera tu Abu Rosa), dedos flacos y largos, naricita respingada, ojitos hermosos!!! Perfecto.
Eras un sol!
Dormías todo el día. Solo te despertaba para comer y cuando necesitabas que te cambiara los pañales.
Dormías toda la noche!!! Tomabas la última teta con la mema (así le decías a la mamadera con leche) a las 12 de la noche y hasta las 6 de la mañana dormías de lo lindo!!! Y si, había poca producción che! Había que complementar! Jajá!
Fue parto natural! Sin anestesia, sin nada! Como Dios manda! Con dolor parirás tus hijos, dicen.
Pero la verdad que si me preguntás, solo un par de horas puedo decir que me hiciste ver las estrellas con las contracciones, pero después... NADA!
Los dolores se van al cielo decía tu abuela, y tenía razón!!!
La Abu Rosa estuvo en el parto. Fue una risa! Porque me tenía agarrada de la mano y me decía:
- "Vos pegas esos gritos de desaforada que pegan algunas que tienen sus bebes y te pellizco..." -
¡Ajajaaa! ¡¡Pero solo me lo decía para que yo no gritara!! Aunque ni necesité hacerlo, porque fue rapidísimo!!!! 2 o 3 pujos y saliste afuera!!!
Lo que demoró fue "cerrar" el camino... Y si, un bebe de 4 kilos 390 gramos necesita un BUEN camino! (Esto lo entenderás cuando seas grande! jeje!)
Pero repito... ¡¡¡Los dolores se van al cielo!!!
Mi doctor me felicitó por ser tan "guapa" (valiente) y no quejarme casi nada!!!
Mientras nacías, empezaron a hacer apuestas de cuánto ibas a pesar...
La Abu Rosa decía que mas de 4 kilos seguro, mi doctor decía que ibas a ser una ratita porque yo estaba gorda de chancha que era ¡no más! (¡jajaaa!, ¡había aumentado más de 40 kilos con vos adentro!) y el doctor que estaba ahí para recibirte opinaba lo mismo que mi doctor...
Y cuando naciste... ¡Parecías un bebé de dos meses!
Y si, mi amor, ¡yo soy así! ¡Hago las cosas a lo grande!
Así que ya ves, tengo porque estar contenta...
Tuve un retoñito sano y hermoso.
Que se convirtió en un jovencito maduro, compañero, lleno de sueños y esperanzas...
Que pudo sortear el haber estado sin su mami por casi dos años...
Y sobre todo, porque siempre voy a repetirte hasta el cansancio que si yo no te hubiera tenido, en este momento no estaría sentada, contándote lo agradecida que estoy de haber traído al mundo a un ser maravilloso y especial, que hizo que "la mami" (como vos me decís) decidiera vencer hasta la muerte para estar a tu lado...
Porque en los momentos en que deseaba estar muerta por los dolores y por la angustia que sentía al estar en un hospital destrozada física y espiritualmente, me venía a la mente tu carita dulce, tus ojos serenos, tu sonrisa clara, tus besos y tus abrazos, tus travesuras y tus:
"Mami te amo." "MI corazón está enamorado de vos."
Y ahí, cuando la desesperación, los dolores, y la angustia terrible que sentía parecían que iban a ganar la batalla, me ponía a pensar en todas esas cosas, en que tenía que terminar de criarte y que quería verte grande, hermoso, y un hombre de bien...
Y la luz aparecía al final del túnel...
Y sentía el viento bajo mis alas, ese viento que me elevaba sobre toda la tristeza y los dolores, para juntar fuerzas y seguir luchando hasta el fin...
Por eso y por todo lo que vos representás para mí, es que estoy acá, en este lugar, en este mundo, sin importarme como estoy, ya que lo único que me importa es que estoy a Tu lado...
Eso es lo único que me importa.
Feliz cumpleaños Damián Esteban, el viento bajo mis alas...
Sos mi vida, la razón por la que estoy acá, y la razón por la que seguiré luchando hasta que en algún cumpleaños, no muy lejano, me pare delante tuyo y veas que si uno quiere, puede lograr lo que desea...
Te amo y siempre te amaré... Porque sos y serás siempre:
El viento bajo mis alas.
¡Te quiero mi cielo!
Tu Mami.
Retoñor y yo hace un par de años. Sorry pero él es low profile, bajo perfil, y no me deja poner fotos actuales, ¡jajá!
¡Qué lindo todo lo que decís!
ResponderEliminarNo me queda ninguna duda de que tu hijo es maravilloso, tanto como vos.
Besos.
hermoso!!!!!!!!!!!!!!!! feliz dia Damian!!!!!
ResponderEliminarTodo mi cariño para vos y para él.
ResponderEliminarBesooos desde Mar del Plata
Un UNIVERSO de bendiciones para los dos!
ResponderEliminarHaaarmosooo!!! Tu hijo y vos son divinos!! Felicidades!!
ResponderEliminarAbrazossss!!!!!
Ivana pasá por mi blog a retirar un mimo que te ofrezco
ResponderEliminarBesoooos desde Mardel
Un resumen de las vida con tu hijo, contado de manera muy tierna. Y ojalá ese cumpleaños en el que te pares y le digas se puede, no esté muy lejos.
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