En esta semana de la amistad y la ternura, puedo decir que gracias al blog he conocido gente maravillosa que tiene sus propios blogs y a los cuales sigo desde hace algunos años (el blog va a cumplir 3 años ya, ¡cómo pasa el tiempo, che!).
Al principio los seguía “a mano” porque los tenía en mis Favoritos (Marcadores) y cuando descubrí el Reader, los leo desde ahí. (Sesee, el Reader destruyó el tema de ir a visitarlos “personalmente”, jeje, sorry.)
Hoy quiero compartir un post de Winter, del blog “Ella no soy yo”.
Apenas lo leí me pareció maravilloso y me dieron ganas de compartirlo con todos ustedes. Después de leer el post se me van a visitarla, es uno de mis blogs predilectos, se los recomiendo!
Ahora les transcribo a continuación el post, tal cual lo leí en el blog de Winter. Se llama:
“Carlos, el ciego que puede ver.”
En la omnipotencia de los que no somos discapacitados, descubro que la discapacidad que yo tengo no está a la vista pero la del otro sí.
La mía es la del alma y hago lo posible para que no se note.
Me atreví a preguntar en un post anterior cómo hacer para explicarle el sol a un ciego.
Bueno, la vida tiene sus vueltas y me crucé con un ciego de cuarenta años, un hombre lleno de vida pero que no puede ver.
Eso creía yo.
Nos pusimos a conversar y no pude evitar preguntarle cómo era no ver, si tenía algún costado positivo, cómo hacía para no deprimirse al tener la certeza que jamás podría ver un atardecer.
Les quiero contar que ha sido una de las experiencias más profundas y conmovedoras de los últimos tiempos.
- Me gusta que me preguntes, no te preocupes, me dijo ante mi voz que contenía arrepentimiento.
- No puede ser, le digo: Yo no veo nada de lo que vos ves y no ves. Yo no puedo ver. Yo no veo nada. Me siento perdida y sin respuestas.
- Mi vida está llena de emociones, yo puedo comprender que te cueste sentirlas, sentenció.
Les cuento algunas de las cosas me enumeró mientras a mí se me erizaba la piel.
La temperatura de la ducha en la mañana.
La maravilla de secarse el cuerpo con una toalla seca.
El poderse acostar en una cama con las sábanas limpias.
El poderse acostar con ropa limpia.
La textura de la salsa de tomate en la comida del mediodía.
El olor a jazmín.
El olor a pan tostado.
El sol pegándome en la cara cuando camino. Yo veo el sol, querida amiga.
Las chispitas de la coca cola pegándome en la nariz.
La gentileza de la cajera del supermercado.
- Todas esas son algunas de las cosas positivas que tiene ser ciego, me dijo. Puedo ver algunas cosas, que los no ciegos, suelen no ver.
Me di cuenta que muchas veces estoy más ciega que Gonzalo. Cosas que todos vivimos a montones todos los días pero no percibimos porque estamos ciegos por el ego que nos gobierna.
Valorar lo que se tiene es un arte no muy difícil de practicar.¡La ducha está exquisita y debemos gritarlo!
Esperamos cosas distintas para ser felices sin entender que se pueden registrar las cosas QUE TENEMOS y NO las QUE NO TENEMOS.
Entender el sufrimiento de los otros es una manera de entender lo que Gonzalo puede ver sin ver.
Si no aprendemos a aportar desde lo distintos que somos, desde lo mejor de nosotros, será difícil entenderlo.
Me quedé meditando sobre mi propia ceguera y de cómo repararla. Otra lección que me regaló la vida.
un post excelente de winter, lo había leído ayer y lo releo hoy acá
ResponderEliminarcuánto tenemos para aprender a veces
beso ivy
Preciosa reflexión :)
ResponderEliminarTengo la suerte de conocer niños y adultos ciegos, nada es un impedimento! solo que que alguna vez te conté de ese semáforo, el único en la ciudad.
Tienen una percepción que nosotros no, saben cuando les quieres de verdad, si uno es falso.
Los sentidos para disfrutar al máximo la vida, que a veces los que vemos no hacemos.
Besitos Muñe
Una bonita historia, mi hijo es sordo profundo y no te lo creerás pero lleva dos implantes cocleares y canta en un coro con chicos oyentes y toca el piano, es un milagro. Certifico que Pau mi hijo debido a su discapacidad tiene otras habilidades y sensibilidades. Es muy cariñoso y simpatico! Un abrazo querida amiga. En mi perfil de Slideshare soler101 puedes ver si te interesa la historia de la sordera de Pau en diapositivas.
ResponderEliminarMuy bella historia me conmovio
ResponderEliminarun beso corazon
Qué cierto ! tenemos la dicha de ver un amanecer y no lo disfrutamos..Pensemos en todas esas pequeñas cosas que tenemos día a día y , como están siempre, no les damos importancia..
ResponderEliminarUn abrazo !
que hermosura de historia Ivyta, estoy lagrimeando,pero leer estas cosas hace tan pero tan bien, te das cuenta de que no valoramos la vida teniendo todo.
ResponderEliminarbeso reina, buen viernes.
ResponderEliminarVir: Es cierto Vir, cuánto tenemos que aprender....
Un beso, Corazón!
ResponderEliminarGraciela: Mi Reinita! Ya lo creo que las personas que tiene un sentido menos, desarrollan otros para compensarlo.
La sensibilidad es uno de ellos...
Besotes!! =)
ResponderEliminarCarlos!: Gracias por pasar!
No sabía lo de tu hijo.
No me cabe la menor duda que puede hacer todas esas cosas y más..
Un verdadero milagro acompañado por el amor de su familia, obviamente! =)
Gracias por la recomendación, iré a visitar el Slideshare! =)
Un beso para vos y otro para tu hijo Pau! Ah! Y un beso para tu esposa, con quién compartimos el gusto de ver las películas on-line, jejeje! =)
ResponderEliminar*Luna: Hola Lunita! Viste? A mí también me conmovió un montón!
Un beso, Linda!
Julieta: Tal cual, Juli! Muchas veces no apreciamos las pequeñas cosas pero nos hacemos dramas por otras que no tienen importancia...
Un besote, Corazón!
ResponderEliminarAnA: No me shoores.... :P
Y si, este tipo de historias ayudan mucho a que nos pongamos las pilas...
Un besoote, Anita!
Gracias Ivana, las diapositivas están hechas por Pau en el colegio con ayuda de su logopeda y familia. Que memoria, Anna sigue viendo películas online, así que en cuanto puede me hecha fuera del ordenador. Tengo pendiente regalarle un disco duro multimedia para que pueda ver las películas desde el televisor. Buen fin de semana!
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