Hay una canción de Scorpions que se llama “Wind of change” - Viento de cambio -, y no habla del viento patagónico precisamente…
Compruebo cada día que siempre, aunque no lo queramos, hay vientos de cambio que afectan no solo nuestra vida, si no la de los que viven a nuestro alrededor.
Uy, ¿empecé muy seria? Y bueno, es que tendrán que comprender que a veces en la vida de una madre hay vientos de cambio a cualquier hora y cuando menos lo esperamos.
Les comento antes de seguir que sé que esta entrada puede jugarme en contra porque cuando la lea mi Retoñor acá o en el Facebook, me bannea y me borra de la lista de sus “Amigos” y no me va a aceptar más mi solicitud de amistad. Aajajajaa! Seseee, ya saben que él es low profile, bajo perfil, y que muchas veces me ha “censurado” o me ha editado algunos posts porque está en esa edad en que todo le parece mal y que yo “soy una metida” o “que no lo dejo vivir”. Si, la adolescencia… Santo cielo, a veces lo escucho y me escucho a mí misma cuando era una adolescente, una rebelde sin causa… Jaaa, ya saben que todo vuelve en esta vida.
Ok, ¿a qué viene lo de vientos de cambio y esas reflexiones maternales a esta hora de la mañana, más precisamente a las 7:52 am?
(Si, de lunes a viernes me levanto a las 6:48 para prepararle el desayuno a mi Retoñor y mandarlo al cole, y hoy aproveché y me dediqué a escribir en el blog porque lo tengo medio abandonado, cosas de la vida, vio?)
Paso a relatar los hechos.
Ayer estaba sentada en el living chusmeando en la laptop, luego de haber disfrutado de “escuchar” el partido (si, esa esa es otra “aneda” que pasaré a relatar en otro momento) donde Argentina le ganó a Méjico por 3 a 1 (y déjense de llorar que si bien el 1º gol fue posición adelantada, los otros dos no, así que….).
De repente escucho a mi Retoño, el fruto de mis entrañas, el viento bajo mis alas, y la razón de mi vida hacer la siguiente preguntar: “Abuelo, ¿vos tenés maquinita de afeitar?”
Nah! ¡Me caí de la wheelchair y me volví a levantar! Aaajajaja!
¡¡Mi cielo!! Mi bebé había hecho la pregunta que marcaría el fin de la etapa donde lo llamaba “mi bebé” - a pesar de que me reta cuando lo hago -, para pasar a la etapa donde las cosas se ponen interesantes, la pubertad propiamente dicha.
Me resistía aceptar que a pesar de medir 1,70 m, calzar 44, y actuar de manera adulta en cuanto a aceptar lo del accidente y esas yerbas, ya no era más “mi bebé”, que ahora tengo que empezar a decirle mi hijo… Aunque en el fondo de mi corazón será siempre MI BEBÉ.
Y escuchar al autor de mis días explicarle la ceremonia de afeitarse el incipiente bigote que hacía que sus compañeros lo carguen (le gasten bromas, esos pequeños demonios dijera Homero Simpson), esa ceremonia que marcaría el fin de la niñez para mi Retoñor y el comienzo de la juventud divino tesoro, me hizo ver que los vientos de cambio comenzaron y ya no hay vuelta atrás… Inevitables, pero necesarios.
Obviamente que tuve mi momento ambivalente de la noche, ese que por un lado me hacía alegrar porque mi hijo estaba creciendo y empezando a convertirse en un hombre de bien, y ese otro momento, el de tristeza, el de saber que el tiempo pasa y que ese bebé que hace 14 años sostenía en mis brazos y le prometía amarlo y cuidarlo con mi vida, ya no era más mi bebé, es un joven al que seguiré amando y cuidando con mi nueva vida sobre ruedas - aunque muchas veces sea él el que me cuide, me “empuje” y sea el viento bajo mis alas - en este camino de ser madre e hijo que emprendimos hace 14 años, el viernes 2 de julio a las 13:40 hs más precisamente.
Y si, no queda otra que aceptar que aunque no me guste, este viento de cambio ya empezó a soplar y no se va a detener…
¡Buena semana, Gente!
Ay, Ivy; no sabes como te entiendo!
ResponderEliminar(Aunque las mias no se afeitan, che!)Esos dias pasados, la vida me pego una zamarreada de aquellas justamente con la del medio, la de 14...
Quien les da derecho a estos mocosos a crecer tan impunemente, digo yo?
Buena semana. Y que el viernes llegue rápido!
Hola Ivy!! Nos pasa a todas las madres amiga, sé como se siente, alegría mezclada con la melancolía por el paso de los años. Pero nunca te olvides que siempre va a ser tu BEBÈ!!
ResponderEliminarFeliz semana!!
Besossssss
No recuerdo bien, cuando a estas chicas se les antojó pasar de mis bebas a adoles/adultas encima! eso se hacen las adultas! grrrr
ResponderEliminarLo de afeitarse es una pavada, ya te leo cualquier día 'mami es mi novia'.
Recuerda siempre 'no te enamores de la chica que viene primero, cada tanto se les dá por cambiarlas por otra snif snif
No solo borrará lo que has escrito, sino mi coments jajaja
Que el retoñito menor se encuentre muy bien, buena semana y baccios :)
Nah! ¡Me caí de la wheelchair y me volví a levantar!
ResponderEliminarajajajajaja no podes!!!!!
al retoñor ya le podés ir cambiando el sobrenombre, andá pensando uno desde YA! jajajaja
(ya te agendé ruedas)
Aceptalo nena , no es más tu retoñor,es tu hijo, casi un hombre..Y andá haciéndote a la idea de que en cualquier momento te trae chicas jajajaja, ahí te quiero ver..
ResponderEliminarBesos
Te leo y se me caen las lágrimas, me emociono no lo puedo evitar, como cuesta aceptar que vienen grandes que ya no son nuestros bebés. Cuando mi hijo comenzó en esa etapa yo quedé al poco tiempo embaraza da Dami entoncés no fue tan duro, un bebé en la casa todo lo llenaba, pero ahora mi Dami ya tiene 11 y pienso en vos y que pronto me va a tocar a mi ay! me da tanta tristeza perder a mi último cachorro. Quizás dios se apiede y vengan los nietos. Besotes linda, lo escribis tan bien con tanto sentimiento y simpatia a la vez. Tía Elsa.
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