De amores y amistades de adolescente.

Los que me leen desde hace rato (5 años en septiembre) saben que soy de la idea de que el pasado no importa demasiado salvo para recordar algunas cosas que hicimos mal y no repetirlas.

Pero esta mañana tuve que replantearme el tema del pasado, je je je…

En este 2012, la promoción ‘87 de la E.N.E.T. Nº 1  de Trelew - mi promoción - cumplimos 25 años de habernos recibido de Técnicos Electromecánicos.

Por este motivo a principio de año se creó un grupo en Facebook para empezar a reencontrarnos porque estamos desparramados por todos lados.  Y si, después de que terminamos la secundaria cada uno siguió su camino. Algunos se fueron a estudiar afuera, a otras provincias, y otros nos quedamos por estos lares.

Lo bueno es que nos hemos reencontrados casi todos, algunos andan perdidos pero ya los vamos a encontrar.

En el grupo somos dos chicas (sin contar las esposas de nuestros compañeros) que hicimos la secundaria juntas. Ella es mi mejor amiga de la secundaria. Empezamos 1º año juntas, terminamos la secundaria juntas, y empezamos la Universidad juntas, en diferentes carreras, pero seguimos juntas hasta que por cosas de la vida, yo empecé a trabajar y nos empezamos a distanciar, pero no en lo que sentíamos como amigas, eso no cambió, estamos más grandes no más .

El tema es que con la mitad del grupo nos conocemos desde 4º año cuando empezamos el Ciclo Superior, ya que nos juntaron a los dos terceros, uno de cada turno, en uno solo curso.

Al principio nos mirábamos “fiero”, ¡ajajaja! Ya saben…, la eterna “rivalidad” de los de la “tarde” y los de la “mañana”. Es más, los de la “mañana” llegaron a decir: ¿pero hay chicas? , si, ellos venían sin “chicas” en su división , pero por suerte, al final nos terminamos queriendo, ¡jajaja!

Obvio que unos nos terminamos “queriendo” más que otros, aunque nunca se enteró una de las partes lo que sentía la otra, o si, pero no tuvimos la oportunidad de ver qué onda, ¡juas!

De amores y amistades de adolescentes…

Esta mañana en feisbac tuve una “conversación” (a través de los comentarios en una publicación) con algunos de mis amigos de la adolescencia, tan linda que me hizo acordar de los viejos tiempos.

Terminé de comprender que a veces el pasado tiene que recordarse, pero no solo para recordar las cosas malas y no repetirlas, sino las cosas buenas que nos hicieron felices, como en mi caso mi época de adolescente donde nacieron esas amistades que a pesar de las distancias se mantienen.

Y esta mañana comprendí lo de recordar el pasado al leer en esta “conversación” que podemos decir exactamente cuando nos conocimos, y leer que dos hombres grandes ya , si chatean se emocionan y lagrimean…

Comprobar que hay amistades que perduran a través de los años y las distancias, y que por más que no nos veamos desde hace AÑOS, nos escuchamos las voces por teléfono y es como si el tiempo volviera 25 años para atrás en un abrir y cerrar de ojos.

Es más, sentir que si en este momento nos pudiéramos juntar en la puerta de mi casa (mi vieja casa, en el centro) podríamos matarnos de risa como si tuviéramos 17 años otra vez. ¡Y ni hablar si nos juntamos a tomar mate! ¡Qué tardes y mañanas que pasamos chusmeando y riéndonos!

Por suerte con algunos de ellos puedo juntarme, no en mi ex casa donde viví de adolescente, pero si acá en mi casa a tomar unos mates y recordar viejos tiempos. Es más, la semana que viene vamos a juntarnos a tomarnos unos mateciiitos con mi amigo Dani. Espero que no se me ponga sentimental y que no terminemos llorando a moco tendido, ¡ajajaja!

De amores y amistades adolescentes del pasado se pueden rescatar momentos felices, que son los que realmente valen la pena recordar…

Es más, mi Ferchu esta mañana escribió “soy de los que aún creen que todo tiempo pasado fue mejor”, y eso lo que me hizo replantear el tema de “recordar” el pasado y llegar a la conclusión de que, al final, yo también soy de las que aun creen que, a veces, todo tiempo pasado fue mejor…