De tal palo, tal astilla. (Casi. ¿?) [Anécdotas de ayer y de hoy]

Ser la madre del Retoñor… Ups, cierto, empiezo de nuevo.

Ser la madre de Damián – Dami para nosotros - me trae muchas satisfacciones. Adolescente y todo puedo decir que mi hijo es un duque. Tiene sus arranques, obvio, pero sigue los “mandos” naturales. A regañadientes pero los sigue, ¡ajaja!

Y como siempre, o al menos la mayoría de las veces, nuestros hijos no solo se nos parecen físicamente, si no en algunos aspectos de su personalidad o en su desempeño escolar, por ejemplo.

Precisamente el desempeño escolar es el tema de este “De tal palo, tal astilla. (Casi. ¿?) [Anécdotas de ayer y de hoy]”

Para entrar en tema empecemos con un poco de historia, una “aneda” (anécdota) de mi época de estudiante.

Corría el año 1983 y habíamos ganado unas olimpíadas matemáticas con mi curso. Yo iba a 2º año del viejo ciclo básico técnico en la E.N.E.T.Nº 1 de Trelew.

Venía bastante bien en todas las materias pero digamos que estuve pasando por la “etapa” de rebelde sin causa faltando a la escuela por casi 1 mes (obviamente que yo salía de mi casa e “iba” a la escuela ), y casi que me llevo algunas asignaturas, pero zafé participando de las olimpíadas matemáticas y aprobé 2º año sin mayores problemas. No era mala estudiante, era vaga, y a eso teníamos que sumarle lo de media rebelde sin causa, juas.

[Nota: cuando se enteraron mis viejos (mis padres) de mi “ausencia escolar” estuve castigada of course, y lo peor es que me llevaban y me traían de la escuela mañana y tarde (en la ENET teníamos doble función, taller y Teoría en dos turnos), y nada de dejarme en la esquina, no no no, que todos se enteraran, más vale, ¡ajaja!; pura sicología porque aprendí la lección…, ese año al menos, juas. ]

Bien, digamos que la astilla - mi hijo -, se parecía al palo, – Eu, la madre – solo en que andaba más o menos en 2º año (porque iba al colegio todos los días, por suerte) pero lo aprobó sin llevarse ninguna materia. Eso fue el año pasado, en 2010.

Volvamos a los ‘80.

Pasé a 3º año (año ‘84 más precisamente). Había aprendido la lección (aquella de que si me “ausentaba” de la escuela y se enteraban mis padres ya sabía lo que iba a sucederme) así que iba TODOS los días a la escuela, a veces faltaba pero mis padres sabían más que nada porque me quedaba en casa y nos juntábamos a tomar mate y escuchar música con mis amigos (si, era una mala influencia ¿?, ajaja, ), ya no me “rateaba” (faltar sin conocimiento de los padres y profesores) taaanto, porque convengamos que una que otra vez lo hacía, je… (tampoco la pavada, recuerden que seguía siendo media rebelde sin causa ). Ah, encima tuve mi 1º novio por dos meses (digamos que como buena leonina no me gustaba que me celaran y me controlaran, así que duramos poco, je je. ) y aún así, andaba re bien en la escuela.

Peroooo como ya mencioné antes, aparte de rebelde sin causa era leonina, así que en el último trimestre “desafié” a mi profesor de Física III diciéndole que como yo sabía que estaba aprobada (porque lo sabía, había visto la nota) entonces no iba a hacer la prueba que estaba tomando porque no necesitaba la nota. ¿Ah si? ¿Con que era rebelde sin causa y atrevida? , bueno, de un 9 que tenía, el profesor me puso un 3 (aplazada) y me la llevé a Diciembre.

¡Aajajaja! ¡Quéee malo fue el profesor Alejandro Archenti!

Y si, me Río de Janeiro porque me lo merecía. Y recuerden que antes si te llevabas una materia la rendías en una mesa con 3 profesores, dos de los cuales a veces ni conocías . Por suerte me tocó mi profe de Física II, Roberto Schanz, que cuando me vio en la mesa me miró sorprendido (con él tuve 9 en Física cuando fue mi profesor en 2º año) y me dijo:

- ¿Qué hacés Ivana Carina acá?

A lo que le contesté:

- Pregúntele al profesor Archenti… – (Confieso que lo hice con tonito de “preguntale a Esssteee…” ¡Ajaja! )

Y Archenti me mira, lo mira a él y le dice:

- Ivana Carina está acá por hacerse “la viva” y decirme “yo ya estoy aprobada y no voy a hacer la prueba”  - (El tonito era sarcástico y el Ivana Carina era mi nombre y apellido, ajajaja! ) – así que le puse un 3 y acá estamos.

De más está decir que en 3 semanas me había leído el libro Física 3 de Miguel entero (como 200 páginas, los que fueron a escuelas técnicas y lo conocen saben de que les hablo, era uno de tapas rojas gordote ) y me había hecho los quichicientos ejercicios en casa. Ah si, era “muy viva” pero no comía vidrios, sabía la que me esperaba, ¡ajajaa!

Aprobé con 8, oral y escrito, y la única nota más alta. Antes se aprobaba con 4.

Bien, volviendo al siglo XXI (eso sería una “aneda” – anécdota – de hoy) y a la “astilla” aka Retoñor - mi pequeño de 15 años y 1,80 m -, digamos que así como el palo aka la madre, él en 2º año aprobó todas las materias al 30 de Noviembre, pero ahora en el 2011, en su 3º año de educación secundaria se llevó Ética por vago - reconocido por él solito sin que tenga que decirle nada, jajá - y: Matemática.

Lo más gracioso es que  cuando trabajé en la Escuela Politécnica (Rawson – Chubut) di clases de matemática y después del accidente he dado clases de matemática a alumnos secundarios, pero NO es lo mismo sentarme con mi hijo a querer explicarle los ejercicios porque yo soy la madre y no enseño como el profesor (lo de “no enseño como el profesor” me lo planteó mi hijo, ¡ajajaja!, y me sigo riendo de Janeiro, otra no me queda ).

Conclusión:

Yo que pensaba que a partir de este 30 de Noviembre de 2011 no nos íbamos a levantar más temprano para ir a la escuela… Error.

Mi pequeño retoño, pichón de adolescente, hasta el 22 de diciembre, al menos 3 días a la semana – lunes , martes y miércoles - va a “rendir”. Asiste un día a las 7:30 y los otros dos a las 9 o 10 (ok, no me acuerdo, los años no vienen solos ).

Igual mi hijo me dijo que no es necesario que me levante a hacerle el desayuno, que él ya es grande… Mi vida… #Confieso que habrá días que a las 7 am no me pienso levantar, pero a las 9 digamos que  es razonable, ¡ajaja!

Así que ya ven, de tal palo tal astilla.

No solo mi hijo, aka el retoñor, es un calco mío (es re parecido a mí pero él es más bonito porque yo mejoré la raza, ¡ajajaja! ), si no que hasta en el estudio nos va parecido con diferencia de siglos obvio, yo iba a la escuela en el siglo XX  y él va en el siglo XXI. ¿? ¡Ajaja!

 

 

Y esto es todo amigos…  

Después les cuento cuando termine definitivamente de ir al colegio.  Y si, yo acompaño a mi hijo en el sentimiento ¿?…

 

¡Buena mitad de semana!

 

Sipi, estoy ingánica para no perder la costumbre.