Cuando tuve el accidente, literalmente mi vida cambió “en un vuelco”. Bah, en varios vuelcos que dio el auto donde viajaba (no me acuerdo, me lo contaron) y que no sólo me dejó en silla de ruedas, sino que mi mamá perdió la vida.
31 de diciembre de 1998.
Puedo decir que estuve más para el arpa que para la guitarra , pero parece que no era mi hora, y después de 20 cirugías y años de estar internada, empecé a vivir mi “nueva vida” en wheelchair/silla de ruedas.
Al principio no fue fácil…
Mi vida no solo cambió porque quedé en silla de ruedas, sino porque tuve que empezar a vivir de la caridad de mi familia para que mi retoñor y yo no nos muriésemos de hambre, literalmente. No tenía trabajo, no tenía obra social. Adaptarme a mi “nueva vida” sobre ruedas no fue fácil, pero digamos que como dijo mi amigo William Shakespeare:
Ocurra lo que ocurra, aún en el tiempo más borrascoso, las horas y el tiempo pasan…
Y si, hoy 08 de octubre de 2014 a las 19 hs. (ponele, no me fijé en el reloj ) las horas y el tiempo de pasar necesidades pasaron, creo que puedo decir, sin equivocarme (espero ) que se terminaron y empezaron otras horas y otro tiempo.
Pero antes un poco de historia.
Durante 16 años (los cumplo este 31 de diciembre de 2014 ) si bien gracias a mi familia y amigos no pasé “grandes necesidades” (siempre tuve de comer y mi hijo tuvo lo que necesitaba para estudiar y no “sufrir” las consecuencias de que yo estuviera en silla de ruedas y no pudiera darle lo que necesitaba), yo quería dejar de ser una carga, así que estuve pidiendo ayuda a los gobiernos de turno porque se supone que el estado debe velar por los que están en inferioridad de condiciones, sobre todo si sufrís alguna discapacidad.
Mi idea no era recibir “caridad” ni limosnas, yo quería TRABAJAR, ganarme mi sustento diario porque si bien yo estaba – estoy - en silla de ruedas, no podía caminar, pero la cabeza y las manos todavía me servían. Todavía me sirven.
Creo que de tantas notas que hice debo haber diezmado un pequeño bosque. Sorry.
Desde el año 2004 que vengo presentando notas y notas pidiendo trabajo para mí o en su defecto para mi hermana. Y si, yo por mis secuelas no puedo estar más de 4 horas fuera de casa porque los baños para personas con discapacidad en algunos lugares son inexistentes y si los hay, bueno, yo no puedo usarlos. Je…
Ya no sabía como “venderme”. Cuando empecé con la Cooperadora de la Escuela Nº 151, al ser la Presidenta , digamos que ponía en evidencia que tonta no era, y que la silla de ruedas era una parte de mi, no que lo yo era en realidad. Así que cuando escribía las notas a intendentes, gobernadores, concejales, diputados, ministros, y todo aquel que tuviera la posibilidad de darme trabajo, lo de la cooperadora era uno de mis “caballito de batalla”.
Si hubiera tenido que usar un slogan hubiera sido:
Hey! Soy la presidenta de la Cooperadora, no soy una inútil, puedo hacer lo que hacen las personas “normales”.
Pero llegó un punto en que me cansé de pedir ayuda, no limosnas, ayuda.
La gota que rebalsó el vaso y me hizo “bajar los brazos” por un momento fue una promesa incumplida por parte de un ex Ministro.
No iba a mandarlo al frente, pero realmente esta persona me desilusionó y también su esposa que me llamó a mi celular y me prometió que me iba a ayudar, y toda la gente que se relaciona con él y que quisieron “usarme” cuando pedí una silla de ruedas eléctrica y NUNCA la recibí.
Señor Norberto Yahuar, sepa que usted fue el que hizo que por un momento me desanimara y perdiera la fe en los que “supuestamente” están para gobernar y para servir a la gente que votó a la persona que lo llamó a ocupar un ministerio. Y sepa que si no me ayudó porque yo no voté al gobierno de turno, debería darle vergüenza. Los que gobiernan deben hacerlo para todos y todas, como se llena la boca la Presidente Cristina Fernández, no para los que les chupan las medias o para los de su partido.
Tengo mails (al final del post puse las capturas de los mails) y hasta me llamaron para confirmarme que “supuestamente” ya tenían el dinero para comprar la silla de ruedas eléctrica. Si bien la que querían comprarme no me servía, supuestamente iban a conseguir la que realmente fuera útil para poder movilizarme. Y ya sé, a caballo regalado no se le miran los dientes, pero… sepan que este “caballo regalado” eran “mis piernas”. Una silla de ruedas eléctrica inapropiada no me servía de nada.
Todo empezó en julio de 2013. Los mails empezaron en septiembre de 2013 donde confirmaban que iban a comprar una silla de ruedas eléctrica y que nunca se concretó.
Aclaremos algo. Yo puedo “empujarme” sola. No soy manquita. Pero el tema es que una silla de ruedas “común” no aguanta pozos, veredas rotas, caminos de tierra, simplemente porque llega un momento en que se rompe. Y aparte, soy una mujer de huesos grandes y bien revestidos, y si bien me “empujo” sola, digamos que mis brazos no son los brazos de Súperman o los de Arnold Schwarzenegger.
Más que nada la silla de ruedas eléctrica era para poder ir a la escuela y cumplir mis funciones de presidenta de la Cooperadora sin necesidad de tener que depender de nadie para que me viniera a buscar y me llevara en auto a la escuela que está a media cuadra de casa, sin necesidad de cruzar calles. Vivo literalmente atrás de la escuela, pero las veredas son inaccesibles, y para llegar hasta la vereda que me lleva a la escuela hay más de 40 metros de “camino” de tierra que una silla de ruedas eléctrica, dentro de todo, podría transitar hasta las veredas intransitables.
Aparte, ¿no merezco tener un medio de transporte que me permita ser independiente?
¿Ustedes saben lo que es andar en silla de ruedas “tracción a sangre” por veredas y caminos inaccesibles?
¿No puedo aspirar a tener una mejor calidad de vida simplemente teniendo una silla de ruedas eléctrica que me permita, no sé, dar una vuelta a la manzana sin terminar con la lengua afuera?
Si, ya sé que hay personas con discapacidad motriz que andan sin problemas en silla de ruedas “normales”, siempre y cuando tengan ayuda… seamos honestos.
Salvo los atletas paraolímpicos o los que practican algún deporte adaptado pueden “andar sin desmayar” en una silla de ruedas “normal”.
En fin, yo quería y necesitaba una silla de ruedas eléctrica para poder sentirme, en parte, totalmente independiente.
Como no tenía dinero y no podía comprármela, decidí pedirla. Me sugirieron que hiciera el pedido a un político, porque andaba en campaña y porque convengamos que tienen los medios para conseguir lo que se les pide… si quieren.
Craso error…
Después de casi año y medio, ni silla de ruedas eléctricas, ni trabajo, ni nada…
Continuará…
P.D. 1
Y si, gente, continuará en el próximo post.
Un poco de suspenso no viene mal y ya es muy tarde, pasada la medianoche, y se me va a transformar la wheelchair/silla de ruedas en zapallo, y no anco precisamente, ¡ajajaja!
P.D. 2
Imagen que prueba los mails.
Bueno comenté pero no sé si se borró o hice algo mal jajaja Te decía que el tipo es un reverendo forro al ilusionarte así, prometiendo algo que necesitás y no cumpliendo, es increíble... Y que me la dejaste re picando porque quiero YAAAA la segunda parte! :P
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