2 de julio de 2013

¡Feliz cumpleaños, Retoñor!

Hoy, pero 17 años atrás y a las 13:40, nacía mi Retoñor, el viento bajo mis alas… la luz de mis ojos, la razón por la cual decidí luchar con alma y vida para recuperarme del accidente y vivir para cuidarlo.

No hay palabras para describir lo que significa mi Retoñor para mí.

Solo puedo decir que doy gracias a Dios por haberme dado un hijo tan maravilloso, dulce, inteligente, sensible y que supo adaptarse a las circunstancias y ser lo que hoy es: un joven hermoso, alto, cariñoso, rebelde, amoroso...

Todo lo que una madre puede desear en un un hijo, yo lo tengo en mi Retoñor... Guiño

No estaría acá, viva (en wheelchair/silla de ruedas pero viva Sonrisa), si no lo hubiera tenido a Damián en mi vida, se los puedo asegurar.

 

 

¡Feliz cumpleaños, mi Cielo!

 

Te amo más que a mi propia vida, y eso vos lo sabés muy bien.

 

Retoñor y sho

Si, soy yo con mi Retoñito, ahí Dami tenía 5 días de vida. Y si, antes sho caminaba. Burla

 

Hace algunos años, cuando empecé con el blog, compartí una carta que escribí explicando porqué mi hijo, el retoñor como le digo yo, es el viento bajo mis alas.

Si bien los que me conocen desde el 2007 (que es cuando empecé con mi blog) la deben haber leído muchas veces Sonrisa, como el público se renueva Burla acá va otra vez. Desternillado de risa Está editada solo en la edad porque la escribí cuando tenía 12 años y ahora tiene 17. Risa 

 

Carta para mi hijo, el viento bajo mis alas…

Muchas veces…

Al saber que los pronósticos de cómo iba a quedar por las secuelas del accidente no eran muy alentadores...

Al pensar que iba a ser de mi vida a partir del momento en que saliera del hospital en una silla de ruedas...

Al no estar seguros los médicos de que las cirugías fueran del todo efectivas y que corría el riesgo de entrar al quirófano y no salir.

Muchas veces…

Cuando el dolor era tan fuerte que mi mente solo quería que parara y si ello requería que dejara de vivir, les aseguro que lo pensaba...

Cuando me despertaba cada mañana en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Fernández, y me venían a sacar sangre, a hacer radiografías, a revisar cada herida, cada hueso, cada lugar de mi cuerpo que había sido afectado por el accidente, yo pensaba que ni a mi peor enemigo le deseaba ese tipo de dolor y sufrimiento.

Cuando parecía que las infecciones en mis huesos se habían ido, pero de repente aparecían en otros huesos y en otros lugares.

Cuando llorando, preguntaba a Dios:

"¿Por qué a mí?"

Cuando cada día parecía tan gris que nada importaba…

Mi mente, que es un arma muy poderosa, entre esa nube de desesperación, de angustia, de dolor… buscaba en mi memoria algo a qué aferrarme, algo que me diera la esperanza y la fuerza para seguir adelante a pesar del dolor, de la impotencia....

Y entre esa maraña de sensaciones y pensamientos raros, aparecía un pensamiento que podía sobresalir por sobre todos los demás.

Un pensamiento que hacía que mi mente y mi corazón se pusieran en sintonía y que buscaran la manera de sobrellevar todo eso que me estaba pasando, que parecía que nunca iba a terminar....

Un pensamiento que me volvía a la realidad, pero no la que estaba viviendo en ese preciso momento, si no a una realidad que podía hacer funcionar mi fuerza de voluntad a su máximo poder.

Y muchas veces cuando parecía que todo era desesperación y dolor....

Aparecían en mi mente un par de ojos castaños brillantes, una naricita perfecta, un pelo suave como de terciopelo, unos hoyuelos perfectos al lado de una boca perfecta que esbozaba una sonrisa perfecta....

Mi hijo.

Por él y para él tenía que salir adelante, tenía que vencer el dolor, vencer la desesperación, aguantar lo que venga… Y sobre todo tenía que pensar que si yo no salía de ahí, si yo no me sobreponía a todo lo que me estaba pasando y lo que tendría que pasar, tal vez nunca más iba a poder ver a ese ser perfecto que había nacido de mí, a ese ser pequeño y hermoso que cuando me decía mamá  y se reía con esa risa diáfana y ruidosa de bebe me derretía, y me hacía sentir la mujer más feliz del mundo.

Y hoy, después de 17 años de estar al lado de ese perfecto retoño que me hace la mujer más feliz del mundo, puedo decir, como el título de la canción:

Él es el viento bajo mis alas....

 

Siempre comparto el video de Bettle Midler “The Wind Beneath My Wings” porque cuando la escuché antes de que naciera mi hijo, muuuchos años antes, siempre pensé que me gustaría tener a alguien que fuera el viento bajo mis alas, lo que nunca pensé es que el viento bajo mis alas, el que me impulsaría para salir adelante después del accidente, sería mi hijo. Lo pueden escuchar en el post donde comparto la cartapueden ir a You Tube y ver el video allá. Guiño

Pero esta vez quise compartir otro video que tiene una letra bellísima y que cierta parte de la letra también representa lo que significa mi hijo en mi vida.

El video es de Soraya y se llama “Casi”.

Parte de la letra de la canción dice:

Veo en mi reflejo un rostro traicionado frente al fantasma de un cuerpo cansado, ¿por qué hoy, por qué yo, por qué esto? Preguntas con respuestas que vendrán solo con el tiempo.

Será una pesadilla, no puede ser verdad. Me despierta un derrumbe, empiezo a deslizar…

Casi se me acaba la fe, casi se me escapa el amor, casi se me quiebra la inocencia, se me agota toda la fuerza para luchar un día más…

Casi me rendí, hasta que pensé en ti…

Casi me rendí... pero pensé en ti.

 

 

 

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Y una perlita.

Cuando regresé la 1º vez del Hospital Fernández (Bs. As.) después  de estar 14 meses internada por el accidente y que a mi Retoño solo me lo llevaron 3 veces durante ese lapso de tiempo (la última vez había sido en noviembre del ‘99 y yo regresé en Febrero del 2000) pasó esto:

Estábamos sentados a la mesa esperando que nos sirvieran el almuerzo cuando de repente mi hijo con sus 3 años y medio me dice:

“Mami, escuchá… (poniendo mi mano sobre su pecho)

Mi corazón dice que está enamorado de vos…”

Y morí de amor…

 

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La Ivys on wheels!, Actualizado en: 13:40

2 comentarios:

  1. ay ay ivy que puedo decir...
    es un post realmente hermoso. Me hiciste emocionar mucho. Asi como tambien pensar que todos tenemos un "viento bao nuestras alas" que nos hace seguir para adelante de alguna manera u otra. Y que al darnos cuenta, es maravilloso.
    Espero que tu hijo pase un hermoso cumpleaños, acompañado de vos y de los que lo quieren.
    Un abrazo grande...
    C.

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  2. Sabes que conozco tu historia, pero al leer la carta lloré!! Je... me emocioné.. yo estuve apenas unos quince días internada por mi tema y te aseguro que te entiendo, aunque sea una parte.-

    Sos grosa, nena, sabelo!!!
    Te quiero mucho en la distancia.-

    Y sí, los hijos SON!!!
    :))

    Cariños!!!!

    ResponderEliminar

Pasen y dejen sus dimes y diretes!!

Gracias!!!
:)

 

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