Abro una nueva sección en el blog: mis fobias.
Lo de “El orden de los factores no altera el producto (?)” del título se debe a que no importa el orden de mis fobias, son todas iguales, no es que tenga más o menos fobia a algo.
Igual no se crean que esto es un tratado médico ni nada por el estilo, solo les voy a contar mis fobias para que vean que soy casi un ser humano (?).
Antes de ir al tema un poco de research, o sea investigación.
Dice la RAE que:
- irracional (Del lat. irrationālis). es 1. adj. Que carece de razón. Apl. a animales, u. t. c. s. 2. adj. Opuesto a la razón o que va fuera de ella. 3. adj. Mat. Dicho de una raíz o de una cantidad radical: Que no puede expresarse exactamente con números enteros ni fraccionarios.
Y según la Wikipedia (si, yo uso la Wikipedia, ¿y qué? ):
- Una fobia (palabra derivada de Fobos, en griego antiguo Φόϐος, «pánico», hijo de Ares y Afrodita en la mitología griega, la personificación del miedo) es un trastorno de salud emocional que se caracteriza por un miedo intenso y desproporcionado ante objetos o situaciones concretas. Ej.: Aracnofobia, claustrofobia, etc.
Bueno, ya tenemos una idea de que es una fobia. Y vuelvo a aclarar: no es un tratado médico, es un análisis ivanezco (?) de mis fobias.
Ahora vamos con mi fobia del momento:
Fobia al dentista.
Mi fobia al dentista empezó cuando tenía como 8 o 9 años. Yo nací en San Juan y cuando iba a la escuela Primaria, en mi escuela había un mini consultorio odontológico. Creo (y si Gente, los años no vienen solos y la memoria me falla ) que todos los años había una semana donde se trataba el tema de la salud bucal y llevaban un dentista para que revisara las bocas de los pequeños retoños. Justo le tocó a mi grado. Todo bárbaro hasta que dice el dentista: Acá hay una muela picada así que te la voy a arreglar. ¿?¿?¿?¿?
Convengamos que siempre fui muy intrusa y rebelde sin causa, pero al estar en inferioridad de condiciones, asustada en el sillón del dentista (y si, el tipo quería arreglarme una muela y yo quería a mi mamá), y con la boca abierta, solo atiné a cerrar los ojos y me dejé llevar. ¡Juas!
Conclusión: no sé qué catzos hizo que me agarró una hemorragia que terminaron llevándome a una guardia odontológica donde me sacaron la muela y debido al desastre que me habían hecho la anestesia tomó poco y nada, así que imagínense lo que fue eso.
Tremendo lío se armó en la escuela que encima era la escuela donde habían asistido dos generaciones de mi familia materna y donde mi Abuelo había sido Presidente de la Cooperadora. ¡No se imaginan! Creo que nunca más se les ocurrió ni revisarnos la boca a mi ni a mis hermanos, ni dejar que el dentista se haga el loco. ¡Ajaja!
Así que después de esa experiencia quedé traumada y con fobia al dentista, una fobia casi enfermiza, lo confieso.
De ahí en más siempre que iba al dentista lo hacía con miedo. Volvía tan angustiada que me prometía a mí misma ser una buena niña, no comer nada dulce y cuidarme los dientes. Obvio que cuando pasaban los días la “fobia” se me olvidaba y mis dientes sufrían el que yo me olvidara de la fobia… y empezaba el círculo otra vez… ¡Jajaja!
Así fueron pasando los años hasta que tuve el accidente que me dejó en silla de ruedas.
Se preguntaran (?) ¿qué tiene que ver ese acontecimiento en este tema?
Bueno, para que entiendan mi FOBIA al dentista les cuento que prefiero tener las 20 cirugías (y más, ya ni me acuerdo) con sus anestesias generales algunas, con sus no tomada de anestesia otras, con sus complicaciones, con sus infecciones, con todo lo que conlleva tener cirugías traumatológicas, cirugías generales, cirugías reconstructivas, cirugías experimentales (si, hubo un par que fueron “experimentos”, ajajaja), cualquier tipo de cirugía…, si, prefiero que practiquen otra vez en mi (?) cualquiera de las cirugías que me hicieron durante todos esos años en los que estuve internada en el Hospital Fernández ANTES que ir al dentista.
Repito: operenmeNnn*, metanmeNnn* al quirófano… ¡No me importa! Prefiero ESO que ir al dentista. ¡En serio!
Please! ¡Al dentista no!
Si, soy exagerada, ya lo saben.
(*OperenmeNnn es opérenme. *MetanmeNnn es métanme. Diccionario ivanezco, ¡ajajaja! )
No me acuerdo donde saqué la imagen de la nenita, sorry…
Pero para que vean que a pesar de tenerle fobia al odontólogo, ya llamé y saqué turno para el verdugo dentista.
Así que ya saben, soy casi un ser humano y le tengo fobia, miedo, temor, pavor, pánico (qué exagerada, lo sé lo sé ) al dentista…, sea lindo como House, como McSteamy, como McDreamy o como Dr. Hunt (los de Grey’s Anatomy). Acá no hay belleza que valga.
Fuente imagen del papurri de Hugh Laurie aka House por acá.
Fuentes de las imágenes de los papurris: McSteamy – McDreamy – Dr. Hunt
Será hasta la otra fobia. Tengo varias. Soy casi un ser humano. (?)
Si me atiende Hunt, que me saque toda la dentadura entera sin anestesia!!!!!!!
ResponderEliminarjajajaja! que exagerada soy!!
Yo tengo fobia a los medicos en general en todas sus especialidades, odio ir al medico, me estresa terriblemente.