Ayer encontré esa imagen en una de las páginas de Facebook a la que estoy suscripta que se llama Mujeres en Positivo A.C.
Y la verdaT que cuando la vi, me di cuenta que soy muy positiva.
¿Por qué? A ver, veamos…
Porque me preocupo cada vez menos y disfruto más el estar en wheelchair/silla de ruedas.
Si, aunque no lo crean, se puede disfrutar el estar sentada todo el día
, es más, hasta tiene sus ventajas, les diré…
Porque siempre veo el lado bueno de las cosas. El ser pesimista y fatalista no ayuda en nada. Confieso que fue difícil aceptar que mi vida cambió en un vuelco (literalmente, cuando tuve el accidente), pero comprendí que de nada servía andar llorando por los rincones, y que si lloraba y me deprimía esa no era la solución a mis “problemas” (aunque lo hice por unos cuantos meses mientras estuve internada en el Fernández en Terapia Intensiva y cuando me pasaron al servicio de Traumatología, mi Little Sister fue testigo
).
Porque decidí ser feliz a pesar de todo. Eso no significa que ando echa una campanita y todo sea paz y amor, no, para nada. Tengo mis días de furia pero son los menos. Soy casi un ser humano
y hay días en que las cosas se me complican, como se le complica a los “normales” que caminan, no estoy exenta de que me pase lo mismo que a usted…
Y porque como dice al final, soy yo la que debo asegurarme de estar bien en mi interior para poder “enfrentar” – en mi caso - los desafíos de andar en wheelchair/silla de ruedas.
Pero repito, no todo es paz y amor, y si bien tengo mis “dramas”, los que viven a mi alrededor no tienen la culpa de nada, ellos no tienen porqué “sufrir” mis estados de ánimo en mis días “difíciles”, que como dije antes, por suerte son los menos.
Resumiendo:
Ser positivo es una cuestión de actitud.
Y esa actitud positiva debe ser una constante en nuestra vida. (Y no solo porque nos pase algo grave como en mi caso el tener el accidente y quedar en silla de ruedas, sino en todos los órdenes de la vida ).
Todos tenemos problemas, estemos en silla de ruedas o caminemos, pero de nosotros depende cómo vamos a enfrentar esos problemas. No es fácil pero se puede lograr. Si necesitan ayuda externa (psicólogos, psiquiatras) búsquenla. Si creen que pueden solos, bien, pero sino, busquen ayuda.
Cuando tuve el accidente, no solo pensar en mi retoño, el viento bajo mis alas, me ayudó a superar lo que estaba pasando, aparte tuve el apoyo psicológico de dos profesionales que con su paciencia y su dedicación me ayudaron a elaborar duelos, aceptar cosas y entender otras. El dejar que me ayuden mediante el análisis (al principio me negaba y ni bolilla les daba, pobres, jajaja, ) ellas fueron de gran ayuda para empezar a aceptar mi nueva vida en wheelchair/silla de ruedas. Y para que sepan, fui tratada por dos profesionales a la vez, ¡ajajaja!
, la Licenciada Sobrado y la Licenciada Mangino (y viceversa, para que no haya problemas de cartel, je je, aunque me atendían las dos juntas, así que imagínense como sería mi estado mental
que necesité dos psicólogas, ¡ajajaja!
). Gracias a que pude elaborar y aceptar muchas cosas, el estar en silla de ruedas empezó a ser algo “normal” para mí, je.
Así que ya saben, sean positivos. Suena muy onda zen pero es así gente, y miren que yo era enemiga de hacer terapia y esas cosas de andar mirando “para adentro”, ¡ajajaja!
Pero ojo que por ahí me salta la Ivy mala, ¡y se pudre todo!
Y para ayudar a su positivismo (?), hoy es viernes y se viene al fin de semana, así que disfruten el no hacer nada.
Yo estaré ingánica para no perder la costumbre, ¡jajaja!
Ser positivo es lo primordial, ayuda en todos los órdenes de la vida.Y es como decís vos, cuestión de actitud!!
ResponderEliminarBesosssss