Viernes 14 de Enero 2011, 10 de la mañana. Trelew está hermoso, no hace casi calor.
Vamos con Retoñor, - ay cierto, mi hijo Damián, (¡ajaja!) - por la vereda y de repente nos encontramos con un pedazo sin baldosas (solo piso de cemento, sin terminar) y tenemos – “aremos” dijo el mosquito, y se sentó en la oreja del buey, ¡ajaja! - que empezar con Damián las maniobras para poder pasar con la silla de ruedas por ese lugar, a saber:
1º: darme vuelta (marcha atrás) y bajar un escalón,
2º: al tratar de enderezarme las ruedas se traban en las piedras y pozos,
3º: Damián me acomoda y empezamos a ir de un lado al otro zigzagueando para evitar los pozos y piedras.
De repente mi hijo me dice:
“Má, esto es como hacer turismo de aventura, tenemos que maniobrar para todos lados, así que para la próxima, vas a tener que ponerte esas ruedas todo terreno cuando salgamos.”
Si, Gente, salir al centro con mi hijo es hacer:
Turismo de aventura.
Y después me hablan de inclusión.. Seeee….
Y así termino mis serie de posts quejosos de la semana.
BTW, por cierto, ya quisieran algunas madres tener el hijo que yo tengo, es un TESORO, no solo es el viento bajo mis alas, si no mis piernas, y sobre todo, mi razón para seguir adelante a pesar de todo y de todos…
¿Cómo no voy a ser feliz cada día si lo tengo a él?
De tal palo tal astilla che... de semejante madre leona, qué otro tipo de hijo te iba a salir que no fuese un señorsote como el Retoñor??? Si, sorry D, para nosotras como para tu vieja vas a ser siempre "Retoñor"... jajajaja
ResponderEliminarLa verdad que te entiendo, si bien mi lucha no es por estar en la silla, cuando trato de salir con los chicos a la calle en esta city porteña apestosa, no puedo dejar de pensar en la gente con sillas de ruedas... si yo voy con un cochecito y no puedo pasar por ningun lado, uds menos!! Autos estacionados en las esquinas, sobre sendas peatonales, tapando las pocas subidas que hay (si es que no están despedazadas), obras en construcción en ambas veredas de una calle, posos, falta de baldosas... es un desastre.
Yo pensaba que era acá nomás, pero veo que no... desgraciadamente es generalizado. =(
Ay Ivy, sabes que me haces acordar cuando estaba embarazada ya sentía esa sensación de encierro, limitación y cuando tenía que andar con el cochecito también .. autos tapando las bajadas, veredas rotísimas, sin bajadas en las veredas.. teniendo que hacer las mil maniobras para pasar sin golpear demasiado al gordis.
ResponderEliminarLa verdad pensé que sólo era en esta ciudad pero parece que no...
Bueno, de última no precisas salir de vacas para hacer turismo aventura!!!! ;)
Aguante DAMIANNNNNN. Vamos todavía!!!
Decile Damián... es más lindo que retoñor!!! Ya es todo un hombrecito!! :)
Menos mal que lo tenés al ex Retoñor para que te lleve de turismo de aventura.!!
ResponderEliminarAbrazo ♥
@JulieFernn: Jajaja! Gracias Julie! Y si, no es por nada, pero es mi chiquiiitooo! Juas! XD
ResponderEliminarY si, siempre será nuestro Retoñor! :P
Justo hablaba con el taxista de eso, de que no solo es el drama de las sillas de ruedas, si no de los cochecitos de bebe y ni hablar si sos medio viejito y andás con bastón o te fallan las rodillas.... Un desastre las veredas de este país! Muy pocas ciudades pueden pasar la prueba de la accesibilidad en las veredas.
Triste pero real... =(
Besotes para vos, para las lagartas y para el lagarto Liam! =)
@Princesa Adora: Princess!
ResponderEliminarY si es una vergüenza que pasen estas cosas, pero vos viste que con mi hijo nos tomamos las cosas con soda, ajaja! Aunque nos dá un poquito de bronca, tratamos de verle el lado amable de las cosas, jajaja!
Ufaaa, ya sé que es un hombrecito, pero siempre será mi retoñor, ajaja! :P
Besotes Corazón! =)
@Julieta: Si Juli, menos mal que tengo mi piloto de carreras! Ajaja!
ResponderEliminarBesotes Nena! =)
Ivy, hace años atrás me pasaba lo mismo con el cochecito de bebé como comenta Princesa Adora, y era un verdadero martirio, así rompí con cada hijo un coche y dos paragüitas. Parecería que para andar por las veredas tenés que ir en un acorazado.
ResponderEliminarBesos
@lemoonic: Hola Monii! Bienvenida! =)
ResponderEliminarMal de muchos consuelo de sonsos dicen, jeje... XD
Veo que no solo yo padezco con las veredas, el problema es que no puedo andar comprando sillas de ruedas a cada rato, ajaja!
Aunque me diste una idea!, voy a ir a la Municipalidad a pedirles que me den una silla de ruedas mientras ando por el centro. Dejo la mía estacionada y rompo la que ellos me dan, ajaja! :P Ojalá fuera tan sencillo... ¬¬
En fin, paciencia... ¬¬
BTW, fui a ver tu blog Diseño y Comunicación Visual y me encantóooo! Obvio que te sigo! Nos seguimos en todos lados, te falta Facebook, ajaja! XD
Besotes y gracias por pasar y dejar tu comentario! :D
no no no, como me he reido con la silla con ruedas de tractor pareciera, jajajajaja yo te imagino
ResponderEliminarsentada y a DAMIAN!!!! tirando para
moverte, vos seguro calladita y sin
decir ni pio no?
es lo que hay reina, pasa acá tambien.
Cada vez que voy sola al supermercado con el carrito de las compras me acuerdo de vos. A veces no puedo pasar porque las colas en el banco ocupan toda la vereda, o no puedo bajar a la calle porque los autos tapan las rampas. Por suerte, veredas rotas no hay tantas, pero calles rotas sí, Aguas provinciales vive rompiendo las calles.
ResponderEliminarCreo que te comprendo, al menos en parte.
Tu hijo, digno hijo tuyo, no podía ser menos amoroso con una madre como vos.
Besos.
Bravo por Damián. Tenés toda la razón las veredas son de terror, aún para quienes no tenemos tu problema, más de una vez me doble un pie y me caí por ese motivo. Besotes tía Elsa.
ResponderEliminarjajjajajajajajaja :)
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